jueves, 13 de septiembre de 2018

Los Misterios de los hombres de negro y el conocimientos prohibidos (y III)

Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó, y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua.

Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.

Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar su marcha. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una señal con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue. Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que la persona buscada había sido localizada en California. Curiosamente, el anterior mes de noviembre la familia Christiansen había visto un ovni.

 Parece ser que esto fue lo que provocó la visita de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada durante la visita ni se le hizo amenaza alguna. La saga de los Hombres de Negro está tan llena de incongruencias como todos los demás aspectos de las experiencias con ovnis. Llegan en limousines negras, y vestidos con trajes negros a la moda de los años veinte. Todo lo suyo es raro: sus ropas, su manera de hablar; sus carteras, peines y efectos personales son siempre nuevos; sus coches, aunque sean modelos antiguos, tienen el aspecto y el olor de salir de fábrica.




El visitante de los Christiansen parecía casi una réplica del monstruo de Frankenstein, con voz de computador, cable subiéndole por la pierna y todo el equipo. También es interesante el detalle del vaso de agua, porque todo gasto considerable de energía psíquica parece quemar la humedad del cuerpo. El individuo concretó mucho la duración de la visita: sólo cuarenta minutos…

¿Es ése el tiempo durante el cual se puede sostener la apariencia de un cuerpo físico? Se han presentado muchas teorías sobre la identidad de estos hombres de negro. Unos dicen que son agentes del gobierno americano; otros que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra, desconocida de los hombres.

Existe también la teoría de que son los “malos” entre nuestros hermanos del espacio, sean quienes fueren. No sorprende que tengan que ver con los ovnis, ya que añaden una nueva y amenazadora dimensión al drama, y acrecientan el misterio de una cuestión que ya está saturada de elementos alucinantes. No hay duda de que son peligrosos, pero se trata de unas fuerzas inexplicables que han estado siempre con nosotros y que, mientras no hayamos aprendido los misterios asociados al fenómeno, seguiremos en contacto con ellos por una u otra razón.

La opinión más extendida, incluso entre los defensores del fenómeno ovni, es que los Hombres de Negro son un elemento puramente folclórico dentro de la ufología, fruto de la influencia mediática, la imaginación colectiva y la autosugestión.

Pero hay estudiosos que opinan que debe haber cierto elemento real en el tema, debido a casos de extorsión y amenaza ocurridos a investigadores, como Bender. Una posible explicación es que el mito surgiera a raíz de la vestimenta de colores oscuros que utilizan muchos agentes de la CIA, el FBI y el Servicio Secreto.

 Las películas con Hombres de Negro son probablemente el principal referente sobre el tema. Cabe destacar que en el cómic original los hombres de negro no sólo combatían extraterrestres sino también demonios, mutantes como los X-Men, etc. Además, eran los verdaderos gobernantes del mundo y podían utilizar métodos más oscuros para preservar el secreto, como el asesinato de testigos.

Las películas basadas en el cómic difieren, ya que se concentran sólo en extraterrestres. En ellas se indica que los hombres de negro son una agencia del gobierno (y no el gobierno per se) y utilizan métodos más benévolos (como borrar la mente) para mantener el secretismo.

Los hombres de negro también parecen ser los inspiradores de los Vigilantes en la película Dark City y del Agente Smith en la saga de The Matrix. Algunas series televisivas han hecho uso de la imagen y mitología de los hombres de negro, quienes aparecen por ejemplo en la serie de ciencia ficción/terror The X-Files, así como los Observadores en la serie Fringe.

El programa de televisión CQC (Caiga quien Caiga), así como sus adaptaciones de otros países, tienen una estética basada en la supuesta apariencia de los hombres de negro. En la serie francesa Código Lyokohacen apariciones recurrentes los hombres de negro.

Visten con uniformes militares de alta graduación, o con trajes impecables y negros de corte anticuado pero nuevos, presentan credenciales falsas, su piel es pálida o aceitunada, se mueven solos o en grupos de tres usando en sus desplazamientos un coche negro antiguo pero nuevo.

¿Son agentes de alguna organización secreta o auténticos extraterrestres?

Hay quien defiende su existencia desde tiempos bíblicos, pero la historia moderna sitúa sus comienzos en la segunda mitad de este siglo.

Por otra parte, en enero de 1953 en Washington hubo una reunión secreta a la que acudieron importantes científicos y dirigentes de la CIA, llamados por el doctor H. P. Robertson.

Configuraron un comité que discutió las implicaciones de las constantes intromisiones en el espacio aéreo de los EE.UU. por parte de objetos volantes no identificados que ponían en alerta a las fuerzas de defensa.

Se barajaron los riesgos de tomar una de ellas como un ataque de la URSS, o que un verdadero ataque fuera camuflado como otro incidente OVNI. Se consideró también el impacto psicológico en la población que produciría el falso o cierto rumor de una invasión extraterrestre. Se optó por investigar el tema en secreto mientras que se desacreditaban a los testigos o investigadores del tema, se silenciaba a cualquiera que pudiera hablar y se elaboraba una campaña de desinformación.

La campaña dio resultado de modo que el público dejó de tomar en serio a los ufólogos. Además, se introdujeron agentes de la CIA en cargos directivos de importantes de organizaciones ufológicas (NICAP y APRO) para conducir las investigaciones por caminos equivocados y mantenerlos bajo control.

De acuerdo con esto, los famosos MiB podrían ser agentes del gobierno encargados de silenciar testigos a la vez que desacreditarlos al describir sus extrañas visitas. Sin embargo lo cierto es que la cantidad de casos también alarmó a los altos cargos del Pentágono.

El coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono, reconoció en febrero de 1967 que: “hombres misteriosos con uniformes de las fuerzas aéreas o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido silenciando a testigos de OVNIs“.

Reconoció también haber investigado numerosos casos sin poder identificar o atrapar a los autores, que estaban cometiendo un delito federal al asumir cargos que no poseían. Lo cierto es que estos MiB existen y su finalidad es la de mantener oculto el fenómeno OVNI, aunque su procedencia y propósito último se hallen ocultos

. Para muchos pertenecen a una organización secreta. Sin embargo, lo extraño de su aspecto y modo de actuar hace pensar que puedan ser realmente parte del fenómeno extraterrestre. Las personas que han recibido sus visitas siempre se han mostrado extrañamente relajadas ante su presencia a pesar de lo raro de su aspecto.

Sólo recuerdan el aspecto general del MiB sin poder entrar en detalles y la única vez que se fotografió uno su cara salió en negro. La manera de presionar a sus víctimas nunca es directa. Se les convence de que lo que vieron era otra cosa, que estaban ebrios o que quizás no le convendría hacerlo público.

Para ello usan “trucos“, como cambiar el color de sus ojos o los rasgos faciales, hacer desaparecer objetos o abrir y cerrar puertas sin tocarlas. Otras veces se contentan con aparecer en una oficina reteniendo a sus ocupantes durante un tiempo para luego irse por donde vinieron sin más. Quizás sean agentes del gobierno que se comportan de manera estudiadamente extraña, o quizás agentes extraterrestres. Pero, en ambos casos, encargados de silenciar testigos. ¿Con que fin?

El Tarot es denominado “la Clave Universal“. Es como una llave de una cerradura. Eliphas Levy dice al respecto: “Era un alfabeto numeral y jeroglífico manifestado mediante caracteres y números una serie de ideas universales y absolutas; luego, una escala de diez números multiplicados por cuatro símbolos y unidos junto por doce figuras representando los doce signos del zodiaco, más cuatro genios, los de los cuatro puntos cardinales“.

 El nombre “Tarot” deriva del dios Thot, personaje mitológico anterior a los egipcios. El esplendor, la gloria y el tecnicismo conservado en la civilización egipcia tiene como base las enseñanzas del Libro de Thot. La antigüedad de ese libro es de 10.000 a 30.000 años. Thot, su creador, era en realidad un escriba atlante y se le representa como un ser humano con cabeza de ibis. Su morada era Hermópolis, ciudad a la que se accedía por túneles secretos y se la sitúa en el mundo subterráneo.

Su entrada principal estaba bajo la Gran Pirámide o quizá bajo la Esfinge. Las cartas de Tarot, que corresponden a las láminas del Libro de Thot, aparecen por primera vez en China en el año 1120. Luego su aparición se va extendiendo a lo largo del planeta. En 1546 se produce el primer intento de referirse al Tarot como símbolo esotérico. Guillaume Postel llega de Oriente, donde realiza estudios que lo llevan a la conclusión de que TARO-ROTA y ATOR son las cuatro letras del Tetragrammaton, que significa “nombre del Señor“.




 Tetragramaton significa la dominación del espíritu humano sobre la naturaleza. Con este símbolo mágico podemos mandar a las criaturas elementales que pueblan las regiones del fuego, aire, agua y tierra, Ante este símbolo tiemblan los demonios. Es un talismán de protección total. Puesto en la puerta de una casa, con la punta superior de la estrella siempre hacia arriba, no permite el paso a ninguna vibración negativa.

 El mejor Pentagrama contiene los siete metales que corresponden a los siete rayos y a los siete metales esotéricos: Plata, para la Luna; .Azogue para Mercurio; Cobre, para Venus; Oro, para el Sol; Hierro, para Marte; Estaño, para Júpiter; Plomo, para Saturno. Antiguas costumbres colocan este talismán en la entrada de logias y centros de estudios esotéricos para abrir el entendimiento de lo oculto, atrayendo la bendición de los seres de luz, o ángeles.

La estrella flamígera es el hombre, representando al microcosmos. El vértice superior es la cabeza, los laterales son los brazos, los vértices inferiores son las piernas.

Es el hombre dominando los cuatro elementos y los seres que viven en ellos: las Salamandras del fuego, los Gnomos de la tierra; los Sísifos del aire y las Ondinas y Nereidas del agua. El Pentagrama está situado dentro de un cuadro y de un triángulo que también encierra un círculo. Es el símbolo perfecto.

Si queremos entender que significa esta estrella de cinco puntas, tendremos que empezar diciendo que se trata de uno de los principales símbolos de la magia, en todos sus aspectos. Sus denominaciones son variadas: Pentagrama, Tetragramatón, Microcosmos. El Pentagrama expresa la dominación del Espíritu sobre los elementos de la naturaleza. Dispuesta de manera que tenga una punta sola hacia arriba, significa Teurgia o magia blanca.

El mago blanco actúa solamente como un instrumento en las manos de Dios mientras que el mago negro, llamado Taumaturgo, piensa que es él quien hace las cosas. En 1868 se encuentra el papiro de Turín, que es publicado en París. Al ser descifrado se puede leer en él la historia de una conspiración contra el Faraón y sus consejeros con la finalidad de asesinarlo.

La forma de llevar a cabo la macabra tarea se encontraba escrita en un extraño libro que obraba en poder de los Sumos Sacerdotes de la Gran Pirámide. Al ser descubierta la conspiración, sus autores se suicidaron, pero el libro no apareció. Entrando en la época de la civilización egipcia, se sabe que el faraón Ramsés II poseía el verdadero Libro de Thot. Kaumás, su hijo, es depositario del libro del conocimiento oculto, que le enseñaba cómo descifrar y dominar los secretos de la tierra, el mar, el aire y los cuerpos celestes.

Asimismo confería la facultad de asimilar el idioma de los animales, devolver la vida a los muertos y obrar sobre mentes distantes y cercanas. Empero, aunque poseer estos prodigiosos conocimientos podía ser algo maravilloso, Kaumás no soporta, por alguna razón misteriosa, la presencia de este libro cerca de él y decide quemarlo.

No obstante, el libro no logra ser pasto de las llamas. Parece que había una razón mágica pero coherente. Al ser fruto del fuego, era incombustible. Entonces lo guarda en un lugar secreto donde, una vez guardado, ni él mismo podría tener acceso.

Sin embargo, alguien tuvo acceso al tan bien escondido “libro prohibido“. Nefer-Ka-Ptah, hijo de faraones, era devoto adorador de sus dioses y tenía como maestro y guía a un antiguo sacerdote de la Gran Pirámide. Dicho sacerdote conocía la existencia del Libro de Thot y sabía también el lugar exacto donde lo había guardado Kaumás.

Pocos días antes de abandonar este mundo y sabiendo que su vida tocaba fin, el sacerdote llama a Nefer-Ka-Ptah y le pide que recupere el libro que se encuentra sumergido en el fondo del río Nilo, aunque en perfectas condiciones, pues estaba dentro de tres recipientes que encajaban perfectamente uno dentro del otro. El peso del “Portalibro de Thot” ascendía a varias toneladas.

El cofre era permanentemente custodiado por escorpiones, serpientes venenosas y una serpiente inmortal cuya procedencia se decía era interplanetaria y había sido depositada allá por los “Eternos Custodios del Libro de Thot“. Ante la imposibilidad de realizar él solo la tarea, Nefer-Ka-Ptah pidió ayuda a un sacerdote de Isis que era mago y que le proporcionó un aparato mágico para elevar objetos muy pesados.

Entonces cortó la serpiente inmortal en dos, cuidando de destruir una de las dos mitades para que no se uniera nuevamente, formando así una nueva serpiente inmortal. Se dirigió con el Libro de Thot al palacio y, una vez allí, abrió la primera página.

Un extraño destello que emanaba del libro hirió su visión. No obstante continuó leyendo y aprendió a través de sus enseñanzas el lenguaje oculto de los números, la forma de comunicarse con aquellos seres que habitan galaxias muy lejanas, métodos de clarividencia por medio del estado puro de la conciencia, la situación exacta de las entradas a los mundos dimensionales y a los mundos subterráneos. Pero aprendió una ciencia que lo llevaría irremediablemente al fin de sus días por medio de la destrucción.

Sucedió al construir un espejo mágico que no devuelve la imagen del que se mira en él, sino las horrendas entidades que suelen dominar los pequeños y grandes actos de aquellos que no han adquirido unidad de conciencia.

Desde aquel momento, Nefer-Ka-Ptah no pudo mirarse más en ningún espejo que no fuera ése, pues ningún otro reproducía su imagen. Enloqueció y una noche se quitó la vida. Cuando lo encontraron, su cabeza se encontraba apoyada sobre un extraño espejo que reproducía fielmente la imagen del faraón Nefer-Ka-Ptah, mientras su mano derecha aprisionaba “el libro prohibido“.

Thot se había vengado desde su país “más allá del río” y lo había hecho de la manera más sencilla, según lo que decía en su libro: “Obrando sobre la mente distante o cercana de otra persona“. En el año 300 a.C. reaparece nuevamente Thot, pero con otro nombre, Hermes Trimegisto, creador de la alquimia.

Comienza entonces la etapa de los magos, más conocidos como alquimistas, cuyo conocimiento, según ellos mismos afirmaban, les había sido transmitido por medio de un libro que poseía Hermes. Sin embargo, aquellos “alquimistas” que decían poseer el saber oculto por medio de un libro hermético, que no era otro que el Libro de Thot, sufrieron accidentes fatales.

Dentro del Corpus Hermeticus, hay un texto, el “Asclepius“, en el que se comenta el poder casi absoluto que poseían las civilizaciones desaparecidas. Dice así: “Nuestros antepasados construyeron estatuas y, mediante un libro desconocido y de una sabiduría inexplicable, lograron establecer contacto con la civilización que los precedió y éstos le enseñaron a crear almas; luego las estatuas sin vida se convirtieron en sus grandes dioses“.

Luego continúa: “Estos señores que estaban presentes y en actividad en los tiempos en que Jesucristo vino a la Tierra se retiraron durante la decadencia de la civilización egipcia hacia su morada eterna e inmortal, que se encuentra situada más allá de las montañas de Libia“. Sin embargo, ¿cómo circulan actualmente barajas de naipes denominadas Tarot?

Se sabe que son copia bastante fiel de aquellas láminas que llevaron al desastre a Kaumás y aNefer-Ka-Ptah. La Orden del Temple tuvo acceso en una oportunidad al ya famoso y temido libro de Thot. Todo lo que hizo fue copiar las imágenes que ofrecían unas láminas y luego realizó un fichero de ellas, que han llegado a nuestros días bajo el nombre de Barajas de Tarot.

 Según Christian Pitois, funcionario de la época de Napoleón III, estos Tarots encierran el verdadero conocimiento oculto del Libro de Thot. Pero al ser en este momento accesibles a cualquiera, curiosamente resulta mucho más fácil de lograr que sus secretos no sean revelados que si se lo catalogase de Libro Prohibido.

Una ágil y estratégica maniobra de los Hombres de Negro para lograr mantener el verdadero secreto del Libro de Thot es permitir su natural circulación, pero ridiculizando su utilización. Evidentemente, el ser humano aún no ha llegado a comprender que, cuanto más simple y puro es el conocimiento, es cuando verdaderamente encierra el gran secreto, que no se advierte por estar a la vista.

Se sabe que el Libro de Thot reposa custodiado por seres inmortales. Sin embargo, tal vez podrá encontrarse nuevamente en el momento en que se logre penetrar en las cámaras subterráneas que aún permanecen inaccesibles para los investigadores.

Uno de los libros más temidos y escondidos por los ocultistas, debido a su origen extraño e ignoto, es, sin lugar a dudas “Las estancias de Dzyan”. A finales del siglo XVIII y en los albores del XIX, el astrónomo francés Jean Sylvain Bailly hace alusión a un libro llegado de la India, pero cuya procedencia era del planeta Venus.

Ya en pleno siglo XX, Louis Jacolliot da al enigmático libro el nombre al que se hace referencia. Como uno más de la larga lista de libros cuyo contenido parece poseer dinamita, también éste determina que aquellos que lo poseen sufran extraños accidentes, por lo general fatales. Sin embargo, es Helena Petrovna Blavatsky quien da a conocer Las estancias de Dzyan. Extraña mujer Madame Blavatsky.

Una breve historia de su vida nos llevará mejor a encaminarnos por los peligrosos senderos de Las estancias de Dzyan. Nació el 30 de julio de 1831, bajo el signo de Leo. Era una niña precoz que solía llamar la atención de cuantos la rodeaban.

Se rebelaba contra toda rutina exigida. Era exclusiva, original, agotaba la paciencia de aquellos que fueron sus maestros de escuela; pero asombraba su enorme capacidad para aprender lenguas extranjeras, así como su facilidad para asimilar los conocimientos. El secreto de su magnetismo residía en sus innegables y, a la vez, extraordinarios poderes psíquicos. Los elementos naturales innatos de los que se valía Helena Blavatsky para producir sus extraños fenómenos eran un enorme bagaje de conocimientos mágicos, sumados a su contacto con maestros ocultos.

 Era formidable su intuición en relación con los problemas filosóficos, el origen de las razas y los fundamentos de las religiones. Asimismo, destacaba su enorme facilidad para descifrar símbolos cabalísticos sumamente primordiales; Eran sorprendentes las circunstancias que rodeaban a su persona, tales como incendios voraces cuyas llamas no quemaban, aparición de dibujos y escrituras en papeles en blanco, materialización de objetos perdidos, campanas que sonaban sin que nadie las tocase, etc. Madame Blavatsky tiene acceso al libro

“Las estancias de Dzyan” de una forma misteriosamente dramática. El enigmático Libro de Dzyan, como lo llamó nuestra Blavatsky, se encuentra en la “Gran Biblioteca Universal” cuya “sede central” está situada en una enorme estancia, a algo más de 250 metros de profundidad bajo la cadena del Himalaya, y que es propiedad del Rey del Mundo.

Ningún ser humano tiene acceso al Gran Libro de los Misterios Develados. No obstante, Helena Blavatsky tuvo acceso a él por “imposición” de su maestro. Una tarde, encontrándose Madame Blavatsky en El Cairo, ve materializarse, ante sus acostumbrados ojos a este tipo de fenómenos, un libro que no poseía tapas sino que eran tablillas labradas de símbolos.

Como comprendía todo tipo de simbología, comenzó a notar las enseñanzas que le brindaban esas tablillas y así tuvo acceso al conocimiento más extraordinario que puede tener el ser humano.

Obran en poder de Jefferson Crew hijo unos manuscritos del coronel Olcott que son una especie de diario que comienza el día 17 de febrero de 1879, día en que el coronel Olcott pisó por primera vez tierra hindú y donde permaneció hasta el día de su muerte. Olcott era un gran amigo de Helena Blavatsky, al punto de haber recorrido el mundo a su lado, como amigo, protector y colaborador. Se puede decir que, durante 28 años, este señor recopiló temas realcionados con Blavatsky.




En el capítulo que se refiere a “Las estancias de Dzyan”, tomado directamente al dictado de Madame Blavatsky, se lee lo siguiente,: “La palabra cainismo significa: Religión-Sabiduría; una antigua religión, de más de 85 siglos, que fue patrimonio y fuente de enseñanza de aquellos seres que habitaban el planeta bajo el nombre de Iniciados, seres venidos de las estrellas.

La raza de los hombres venidos de las estrellas, Iniciados; de orden sumo, se denominaban: CAINA o INCA, que regían en aquel momento los pasos de la Humanidad y que luego volvieron a sus refugios subterráneos para seguir rigiendo, hasta nuestros días, los vacilantes y temerosos pasos de un mundo en decadencia que es la Tierra.

Los cainas habitaban junto al Rey del Mundo. Las palabras Dzan, Djan, Dzyan, Jana o Dhyana, no son otra cosa que la forma en que los cainas o incas denominaban a su Religión-Sabiduría. El Libro de Dzyan contiene, entre otras cosas, la construcción de armas que funcionan por energía atómica. Quien pueda tener acceso a este libro excepcional creerá estar leyendo una novela de ciencia-ficción.

En sus páginas nos dan la pauta de que hace ya cientos de siglos la energía atómica era utilizada y había desencadenado una catástrofe de enorme magnitud”. Hasta aquí lo expuesto por el coronel Henry Steel Olcott en su diario particular. El hecho de haber tenido en su poder el famoso libro fue la causa de las vicisitudes vividas por Helena Blavatsky.

 El año 1852, Madame Blavatsky se dirige a la India. Allí obtiene, no se sabe cómo, un ejemplar completo del Libro de Dzyan. Lo lleva con ella a todos lados y jamás se desprende de él. Es en esa época cuando es más notoria su predisposición paranormal.

Indudablemente era poseedora por ese entonces del “Secreto de la Gran Magia“. A partir de 1855, encontrándose en Calcuta, comienza a recibir avisos. En éstos se le dice que “si no devuelve a su verdadero dueño el Libro corre serio peligro“. Ella hace caso omiso de estas amenazas y continúa utilizando el conocimiento oculto del libro.

En 1860 cae gravemente enferma, desconociéndose el mal que la aqueja, por no poder establecer los médicos un diagnóstico clínico acertado a causa de los extraños síntomas. Hasta 1863, con el libro y la enfermedad a cuestas, huye de un lado a otro por Europa y Asia, ya que la persiguen. En el año 1870, cuando regresaba desde Oriente a bordo de un barco que cruzaba el Canal de Suez, se produce una explosión que termina con el barco y sus ocupantes; sólo una persona y un objeto se salvan milagrosamente del atentado, Madame Blavatsky y el libro Las estancias de Dzyan.

En 1871 se dirige a Londres para dar una conferencia de Prensa. Alguien en medio de esa reunión dispara contra ella sin éxito. Cuando se logra apresar al presunto asesino, éste atestigua que no sabía lo que hacía; su mente fue teledirigida y no pudo resistir la orden. ¿Quién poseía o conocía en esa época poderes capaces de influir en la mente humana? Temerosa de que le roben el “Libro” que aún obraba en su poder, decide guardarlo en la caja fuerte de un moderno hotel inglés.

Pero el manuscrito desaparece sin dejar rastro. Madame Blavatsky no cede en su intento de continuar dando a conocer el contenido del Libro. Reaparece nuevamente en público, pero esta vez asombra a todos: ha logrado, se desconoce por qué medios, otro ejemplar de Las estancias de Dzyan, otra vez escrito en un idioma desconocido para aquella época y aún para la actual, el “senzar“; según ella un idioma intergaláctico. Decide traducir parte del texto al inglés, y así lo hace; prueba de ello son los fragmentos que el coronel Olcott escribió en su Diario.

 El presentar en un idioma conocido el perseguido libro da lugar a que sus Enemigos Desconocidos comiencen una acción despiadada que sumirá a Madame Blavatsky en un deplorable estado físico y mental. Las estancias de Dzyan, escritas en senzar y traducidas al inglés, desaparecen misteriosamente de su lado.

Helena Petrovna Blavatsky muere en Londres en el año 1891. Antes de su muerte, muy poco tiempo antes, escribe: “Yo, Madame Blavatsky, que pronto habré de morir, visto que estoy injustamente condenada, manifiesto que los fenómenos que son causa de mi prematuro fin continuarán por siempre jamás.

Pero, muerta o viva, imploro a mis hermanos y amigos que no los den a conocimiento público para satisfacer la curiosidad de la gente que alega pretensiones científicas. Sobre mi lecho de muerte, en Adyar, el 5 de febrero de 1885″. Una vez más encontramos a los Hombres de Negro en acción; en este caso, en particular a partir de 1855.

Consiguieron derrotar a Madame Blavatsky en 1891 y recuperar otro de los tantos libros cuyo contenido abriría las puertas de un mundo desconocido. La conspiración contra el conocimiento oculto continúa y tal vez nunca acabe. El hombre del siglo XX perdió su capacidad de lucha por lograr la evolución perdida; aquella de la que nos enseña a recuperarla el libro por el cual los Hombres de Negro llegan a asesinar: Las estancias de Dzyan.

Entre los numerosos libros prohibidos con los que contaba Madame Blavatsky en su oculta biblioteca, se encontraba el enigmático Las estancias de Dzyan, del que hemos hablado. De origen desconocido y extraterrestre, su contenido era terrorífico y exquisito a la vez.

Enseñaba la fuerza mágica que contenía el oro. Al hablar de los planetas aclara: “Mercurio, como planeta astrológico, es más oculto y misterioso que el propio Venus, e idéntico al Mithra Mazdlita, el genio Deva establecido entre el Sol y la Luna, y el compañero perpetuo del Sol de la Sabiduría.

Es el áureo Mercurio a quien los Hierofantes prohibían nombrar. Es el Argos que vela sobre la Tierra. Mercurio y el Sol son uno; Mercurio se halla tan cerca de la Sabiduría y de la Palabra de Dios (el Sol) que con los dos fue confundido“. Luego habla de las Matemáticas que conocemos y de aquellas que desconocemos. Al respecto dice textualmente en Las estancias de Dzyan: “Cuando la ciencia oficial entre por la senda de la tolerancia, los hombres llegarán a abarcar la armonía del conjunto del Universo.

Esa tolerancia sólo se encuentra en su totalidad en las Matemáticas, las cuales degeneraron en simples pruebas numéricas que invariablemente siempre acusan un error, admitido también por la ciencia oficial bajo el término tolerante.

Pero el significado de esta palabra es exactitud; cuando la tolerancia en términos matemáticos sea introducida dentro de la ciencia actual, las Matemáticas, cuna no de todas las ciencias sino de toda la energía que generó el planeta, serán mejor conocidas y comprendidas por la Humanidad. El mundo invisible está unido por una inextricable red matemática con el visible“.

Las Islas Británicas se destacaron durante los siglos XVI al XVIII por su hegemonía marítima. La idea de lanzarse a los mares y a su conquista fue de un hombre llamado John Dee. Fue él quien concibió la idea de un meridiano básico: el de Greenwich, así como también fue él quien introdujo por primera vez dos globos terráqueos, que trajo desde Lovaina junto con los instrumentos de navegación marítima.

Un solo hombre influyó decisivamente en convertir las Islas Británicas en soberana de los mares. Pero, ¿quién era John Dee? Nació en Londres en el año 1527 y falleció en 1608. Era notorio por sus extraordinarios conocimientos matemáticos y científicos.

Cursó estudios en la Universidad de Cambridge y se distinguió por su elocuencia e inteligencia que, si bien lo llevó a ocupar posiciones destacadas, también fue la que lo condujo a la expulsión directa de la Universidad. John Dee era capaz de fabricar desde muñecos mecánicos hasta extrañas computadoras.

Fue un cerebro excepcional, pues en 1540 nadie había pensado en construir algo así. Durante el mes de junio, en la Universidad, se efectuó una representación de teatro de Shakespeare, a la que asistió lo más selecto de la sociedad británica. Para esa oportunidad, John Dee fabricó un enorme escarabajo mecánico, que provocó el pánico y causó que se suspendiera la función.

 Ello supuso que se procediera a la expulsión definitiva de este inquietante hombre de la Universidad de Cambridge. Los jueces dictaminaron que Dee había cometido brujería. El 23 de mayo de 1581 fue una fecha especialísima para John Dee, pues, tras varias tentativas en el terreno de la física y de la química, logró crear un “espejo mágico“, un espejo de color negro, construido con antracita. Este espejo se conserva intacto en el Museo Británico.

 La fórmula para mirar en él y descubrir mundos dimensionales se la llevó John Dee a la tumba. He aquí, ciertamente, una obra que influenció a Dee a lo largo de su vida. Se dice que Dee solo necesitó siete días para redactar su obra magna “La Mónada Jeroglífica“, libro cuya interpretación fue controvertida y que daría, entre otros, el medio de comunicar a distancia o de influir sobre el espíritu de las gentes.

Tiene 51 años cuando la reina Isabel le presenta a su futura esposa, de la cual llegaría a tener 5 hijos. Se llamaba Jane Fromond. Llevando por fin una vida apacible en el cuadro familiar, consagró todas sus energías y sus estudios en la búsqueda de la piedra filosofal, al menos durante unos años. El año 1582 marcó la vida de John Dee con dos acontecimientos que cambiarían su existencia. En noviembre, se afirma que vio aparecer al Angel Uriel, apodado el “Angel Verde“. Ese acontecimiento inspiró a Gustav Meyrink para su novela “el Angel en la ventana de Occidente”.

Se dice que le entregó una piedra negra, pulida, convexa, cuya singularidad era la de darle la oportunidad de conversar con seres que se encontraban en otro plano de existencia. Bastaba con fijarla con la mirada, intensamente, y los seres aparecían en la superficie de la roca y predecían el futuro. La piedra se encuentra actualmente expuesta en el British Museum.

En ese mismo momento, aparece en la vida de John un extraño compañero de estudios, un hombre que se llamaba Edward Kelly Talbot, ese mismo Kelly del cual un tal Alaister Crowley afirmó ser su reencarnación. John Dee andaba buscando a un buen médium para sus trabajos y, desde la primera sesión, Kelly tuvo la visión del Angel Uriel que le reveló su sello secreto, así como las instrucciones para fabricar dos talismanes de la más alta importancia: el Sigilium Aeifmeth (el Sello Divino de la Verdad), y la Tabula Sancta (la Tabla Santa).

El Sigilium Aeifmeth era un pentáculo complicado de cera roja, mientras que la Tabula Sancta debía ser fabricada con maderas preciosas, ornamentada con letras enoquianas y con los 7 sellos planetarios. Los dos talismanes eran empleados simultáneamente para invocar a los espíritus. Algún tiempo después, el Angel Michaël se les apareció con el fin de darles sus instrucciones en cuanto a la fabricación de un anillo mágico de oro con el sello idéntico al del rey Salomón, que había recibido para llevar a cabo sus milagros.

Uriel regresó con el fin de comunicarles una serie de cuadrados mágicos, así como las 21 letras del alfabeto enoquiano. El arcángel les dictó también un voluminoso manuscrito titulado Liber Logoeth, que sirvió para formar las célebres tabletas enoquianas elementarias.

 Una aparición importante, fue también la de un espíritu niño, un medio elfo de cabellos rubios llamado Madimi. Fue a partir de entonces, que Dee empezó a anotar en un gran libro llamado Libri Mysteriorum, todas las sesiones de invocaciones. Pusieron en pie un sistema mágico, revelando la existencia de los espacios paralelos conteniendo las jerarquías de las entidades que se pueden asimilar a los ángeles y a los demonios del dogma judeo-cristiano.




Fue en el British Museum que MacGregor Mathers redescubrió los documentos y readaptó las prácticas y las ceremonias de la Golden Dawn, pero fue Crowley quien desveló públicamente la magia enoquiana. Las cosas se precipitaron a partir de aquella época. Dee estaba convencido de la veracidad de los mensajes de su médium, y fue sobre sus consejos que empezó con dudosas prácticas de magia.

 Se les vio errantes en los cementerios, con el fin de practicar sus rituales. Para colmo, inquietos por sus problemas económicos, decidieron viajar con sus respectivas esposas y con los hijos de John. Se les vio en numerosos sitios: en Venecia, en Bohemia, en Praga, en Polonia… dónde fueron invitados por el Príncipe Laski.

La influencia satánica de Kelly se hizo cada vez más importante en los trabajos de Dee, y el escándalo no tardó en llegar, provocando su huída. Dee aprovechó la ocasión para separarse de su médium y, arruinado, volvió a Inglaterra, donde Isabel I le ayudará una última vez, nombrándole para un cargo en el Christ College de Manchester.

En 1604, su esposa Jane falleció tras una penosa enfermedad. Solo, volvió a su casa de Mortlake pero acuciado por nuevos problemas económicos tuvo que ir vendiendo por lotes su impresionante biblioteca, lo que no le impidió permanecer en la esperanza de encontrar a otro médium que le ayudara en sus investigaciones.

 El Angel Gabriel se le apareció en el mes de diciembre, anunciándole que pronto iría a descansar cerca del Emperador de los Emperadores. El 22 de diciembre de 1608, se encontró su cadáver a orillas del río de su casa de Mortlake. Una vez más, la profecía se había cumplido. John Dee dedicó gran parte de su vida a recorrer el mundo y coleccionar extraños escritos, que, por lo general, eran de papiros muy antiguos.

Nunca se supo de dónde los sacaba, o quién se los conseguía. Durante el reinado de Enrique VIII, el duque de Northumberland se dedicó a quitar de circulación todo escrito cuyo contenido tocase el tema de la brujería. Para ello requisó todos los monasterios del reino, que eran los lugares por excelencia donde se guardaban semejantes obras. El duque era amigo de John Dee y, en una oportunidad, realizando requisas, encontró en una pequeña abadía del Condado de Essex un manuscrito cuyas páginas semejaban papiro.

El texto estaba escrito en forma cifrada y había sido copiado del original por Roger Bacon, considerado el gran mago de su siglo. El Prólogo decía lo siguiente: “Esta es copia fiel del original que se encuentra guardado bajo las montañas que corren sobre la costa Oeste de un lejano lugar situado en el extremo sur del planeta“. Teniendo en cuenta que el “copista” del manuscrito, el científico Roger Bacon, había nacido en 1214 y dejado de existir en 1294, queda bien claro que aún no se había descubierto América.

Y sin embargo, de acuerdo a la mención del Prólogo, ese “lejano lugar” que tiene una cadena montañosa que corre sobre su límite Oeste, se supone que era la Cordillera de los Andes, en el extremo Sur de América. Como ya se ha dicho, el Duque de Northunberland y John Dee eran amigos.

Cuando el primero encontró en Essex el manuscrito de Roger Bacon, después de leer el Prólogo y ver que las páginas interiores estaban escritas de forma cifrada, recordó que John Dee era aficionado a coleccionar manuscritos extraños y se lo regaló. John Dee trató de descifrarlo, pero no pudo. Sólo logró establecer que la primera parte del escrito decía que ese libro contenía “los secretos de los mundos olvidados y subyacentes“.

En 1586, John Dee regala al emperador Rodolfo II el famoso libro-papiro. A partir de 1666 el misterioso documento pasa de mano en mano y recorre el mundo gratuitamente, sin que nadie logre descifrarlo.

Hasta que, en 1962, llega a Estados Unidos, y se encuentra a la venta hasta nuestros días. Su valor sobrepasa el millón de dólares. Un tal Kraus, alemán residente en Nueva York, es quien lo tiene, esperando un posible comprador.

La historia del manuscrito, denominado en la actualidad Documento Voynich, es digna de ser explicada: Luego de la desaparición de Dee en 1608, nadie se ocupa del Documento Voynich hasta el año 1666, en que el doctor Marcue Marci, rector de la Universidad de Praga, envía el escrito al jesuita Kircher, experto en criptografía y codificación, para su interpretación.

 Fue inútil, no logró desentrañar el misterio. Luego se pierde el rastro del documento hasta 1914, en que se lo vuelve a encontrar en el pueblo de Frascatti, Italia, como propiedad de unos jesuitas que tenían un convento allí.

 El famoso e indescifrable escrito tomará el nombre que actualmente lleva, Voynich, a causa de que el editorialista, W. Voynich, es quien compra a estos jesuitas el extraño documento y se lo lleva a Estados Unidos. En 1916, un caballero de los tantos que habían sido consultados con la finalidad de descifrar el documento, el señor Adolph Cyrus Roidingereht, pide poder hacerlo, pues uno de sus antepasados había sido amigo de Roger Bacon y regaló a su pariente una guía de traducción de un código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremo Sur del planeta y que actualmente obraba en su poder por derecho de legado.

Al ponerse el señor Roidingereht manos a la obra descubre que el libro hablaba de una civilización desaparecida cuyos integrantes eran seres de no más de un metro de altura, y que dominaban la fuerza de gravedad, que poseían máquinas que les permitían horadar la roca construyendo grandes ciudades subterráneas y que intercomunicaban con el resto del planeta por debajo de la Tierra; inclusive nombra una máquina llamada “Nilotrosa“.

Asimismo muestra un mapa celeste de un sector desconocido del firmamento donde aparentemente figuran dos lunas y dos soles. Cada página del documento está pintada de un color diferente, todos ellos muy vivos y brillantes, semejantes a los del aura humana. Sobre una de estas páginas hay una especie de diccionario de botánica con plantas dibujadas, que son muy singulares.

Algunas de ellas parecen tener ojos y son especies desconocidas en nuestro planeta. Hasta aquí lo que pudo descifrar Roidingereht del documento Voynich, pues el 22 de enero de 1917 desapareció misteriosamente sin dejar rastro. Daba la impresión de haberse visto obligado a huir precipitadamente, pues su pipa aún humeaba sobre el cenicero.

Sin embargo, el indescifrable libro había quedado abierto en una de las partes donde figuraban los planos de una extraña máquina semejante a la de las turbinas de los modernos jets y a un costado de una hoja un modelo a escala de lo que sería en la actualidad el avión Concorde.

Posteriormente, en 1919, el decano de la Universidad de Pennsylvania, William Newbold, se dedicó a la tarea de continuar descifrando el Voynich. En 1921, ante una rueda de prensa dijo haber descifrado cosas interesantísimas en el documento y se dispuso a dar una serie de charlas sobre el particular.

 Pero extrañamente, no pudo llevar a cabo esta tarea. Luego se contradijo y cada vez fue más difícil llegar a él. Los Hombres de Negro comenzaron su tarea de contra-ofensiva, ya que el mundo no debía enterarse de que existen “agujeros negros” en nuestra galaxia, ni tampoco la fuerza energética que en ellos se acumula. Newbold comienza a recibir amenazas, algunas de ellas escalofriantes.

Muere en 1926 y, al igual que Bacon, se lleva el secreto a la tumba. Sin embargo, aún hasta nuestros días es ardua la tarea de estos “conspiradores contra el conocimiento oculto“. Es preciso que el mundo conozca el verdadero contenido del Voynich. Una pequeña parte del protohistórico documento dice así: “Posee el ser humano una energía muy especial que se gesta en la parte superior del cerebro y su medida es la del ‘volucielo’.

Esta es la tercera organización cerebral independiente, cuya sede se encuentra en la columna vertebral. Cada zona intervértebra tiene relación particular con el conocimiento asequible por el ser humano y actúa a modo de archivo o depósito.

Las zonas intervértebras están relacionadas íntimamente con el conjunto ‘sonomedular’, que tiene, al igual que el volucielo, su centro de actividad en la parte superior de la cabeza“. Esto es una llamada de atención al mundo porque el documento Voynich habla de una “Tercera Organización Cerebral“, que es aquella mediante la cual las civilizaciones desaparecidas lograron sus impresionantes conocimientos, dado que sabían poner en funcionamiento ese misterioso “sonomedular“, cuya utilización parece que significa descubrir nuestra identidad divina.

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