miércoles, 16 de mayo de 2018

¿Realmente vivió Li Ching-Yun 256 Años?

 El 6 de Mayo de 1933 en la pagina 13 de el periódico New York Times, aparecía la esquela de Li Ching-Yun un chino que sobrevivió a 23 esposas, dejo 180 hijos y murió a la edad de 256 años.

¿Este obituario es un error o una exageración? Algunos investigadores dicen que es cierto. Li Ching-Yun murió el 6 de mayo de 1933 era un experto herborista. 

Fue practicante del Tao y de otras disciplinas de meditación y artes marciales. Sirvió como consejero táctico militar e instructor de artes marciales, se retiró y pasó mucho tiempo en las montañas del Tíbet, donde siguió recolectando hierbas medicinales que según decía le ayudaban a mantenerse joven y saludable.

En 1927 fue invitado a Wann Hsien en la provincia de Sichuan por su amigo personal el general Yang Sen, quien estaba muy interesado en la fuerza y juventud que tenía Li, a pesar de su avanzada edad.






En la residencia de este gobernador y caudillo fue realizada a la edad de 250 años, la única fotografía existente de Li.

Misterios de una vida:

Como era de esperar, no se sabe mucho acerca de las primeras etapas de la vida de Li Ching-Yun. Sabemos que nació en la provincia China de Sichuan, donde también murió.

También sabemos que en su décimo cumpleaños, Ching-Yun estaba alfabetizado y había viajado a Kansu, Shansi, el Tíbet, Annam, Siam y Manchuria para la recolección de hierbas medicinales. Después de esto, su vida se vuelve un poco borrosa…

Al parecer, durante mas de de cien años, Li continuó vendiendo sus propias hierbas, recogidas por el mismo. También se sabe que tenia las uñas de su mano derecha muy largas, de mas de 15 centímetros.

En 1930 el profesor Wu Chung-Chieh, decano del departamento de educación en la Universidad de Chengdu, encontró en los registros Imperiales del Gobierno de China dos felicitaciones del emperador a Li Ching-yun en 1827 por su 150 cumpleaños y una posterior a los 200 años. Por lo que si este dato es riguroso seria una prueba irrefutable de la edad del hombre mas longevo que jamás haya existido.

El secreto de la longevidad:

En un artículo publicado por la revista Time del 15 de mayo de 1933 titulado “Tortoise-Pigeon-Dog” (Tortuga, paloma y perro), se informaba sobre la increíble vida del maestro Li Ching Yuen y se citaba la respuesta que daba Li al secreto de su larga vida:

“Mantén un corazón tranquilo,
Siéntate como una tortuga,
camina rápido como una paloma
y duerme como un perro.”

Su dieta se basaba principalmente en el arroz y en el vino de este cereal. También consumía gingseng y una planta poco conocida, la Centella asiática (Hydrocotyl asiática). Muchos científicos de la época se burlaron de esto y no le dedicaron atención al tema, pero unos pocos visionarios fueron un poco más allá. Jules Lepine, bioquímico francés, encontró un poderoso alcaloide de efectos rejuvenecedores en las semillas de dicha planta.






Los herboristas saben de un factor de longevidad que posee la planta ‘Vitamina X de la juventud’ para el cerebro y las glándulas endocrinas’ y también extractos de la planta se usan para tratar problemas de circulación y de piel.

Se consume en ensalada. El jugo de las hojas sirve para la hipertensión arterial; también como tónico. Un emplasto o cataplasma de hojas se usa para tratar llagas y úlceras.

Si la historia descubierta por Wu Chung-chien en 1930 y relatada por la revista Time y el diario The New York Times es cierta, Li Ching-Yuen superaría en mas de 130 años a la mujer mas longeva de la tierra, la francesa Jeanne Louise Calment que vivió 122 años y 164 días.

El Sorprendente Zodíaco de Déndera, Egipto


Es muy probable que Albert Slosman acabe siendo reconocido como uno de los más grandes Egiptólogos de todos los tiempos, aunque hasta 1972, año en que pasó cuatro meses en Egipto, no se dio cuenta, de que se le habían abierto unos horizontes absolutamente fantásticos sobre la antigüedad Egipcia.

De todos los lugares fascinantes de Egipto, Déndera fue el que más le apasionó, por ello se centró en el estudio de su famoso Zodíaco, que fue encontrado por casualidad o CAUSALIDAD durante la campaña Egipcia de Napoleón. Cuando el ejército del sur, al mando del general Desaix, iba en persecución del ejército Mameluco, tanto hombres como animales estaban agotados y el general ordenó un alto para descansar en las arenas del desierto y descargar los camellos.






Bajo el peso de una caja de municiones se abrió un hueco en el suelo y ésta se hundió en él. Los soldados se asomaron por el agujero y descubrieron que la caja había caído dentro de una sala casi llena de arena, a la que no tardaron en bajar.

El ejército iba acompañado por una veintena de sabios que entraron tras los soldados y se encontraron con que el techo de aquella cámara era un maravilloso mapa celeste. Acababan de descubrir en el fastuoso templo de Déndera, medio enterrado entre las arenas, su asombroso Zodiaco.

El primer dibujo que se hizo de él, para enviárselo a Napoleón, que estaba en El Cairo, lo realizó el vizconde Deno, que pasó bastantes días y noches en difíciles condiciones de comodidad y de iluminación para reproducirlo. El resultado, no obstante, fue espléndido, casi fotográfico. Más de veinte años después, en 1822, llegaba el planisferio al Museo lmperial de París (Futuro Museo del Louvre) desatando encendidas polémicas entre los sabios.

UNA LOSA DE 60 TONELADAS

Las dimensiones originales de la losa en la que se había esculpido el Zodíaco eran de 3,60 metros de largo Por 2,40 de ancho y un grosor de 90 centímetros, lo que significaba un peso entre 55 y 60 toneladas. Para aligerar el peso, M. Lelorrain, el héroe encargado de desmontarlo y transportarlo a Francia, decidió cortar dos series de líneas en zigzag, que tenía la piedra en su parte más larga, con el fin de cuadrarla.

Con esto eliminó el jeroglífico que representaba el gran cataclismo, ya que en la lectura de los jeroglíficos el agua se representa con una línea quebrada; el plural de las aguas son dos líneas; con tres la crecida del Nilo y el diluvio con cinco líneas quebradas. Como el Zodíaco de Déndera está rodeado de ocho líneas, nos encontramos con un Superdiluvio, de ahí la idea de llamarlo "El gran cataclismo".

La campaña de Napoleón en Egipto, puso de moda en Europa todo lo Egipcio y la llegada de la losa esculpida con el Zodíaco produjo una profunda perturbación en las academias de sabios. Durante un periodo de diez años se publicaron 432 estudios entre San Petersburgo, Berlín, Londres y París, los cuales serían comentados en gran parte por Slosman en sus libros.

Hubo tres clanes de grandes sabios en pugna constante. El clan de Cuvier y Monge afirmaba que los relieves y las pinturas del templo eran Griegos y que habían sido datados en el siglo II AC y en consecuencia, no tenían nada de Egipcio. Eran bellas pinturas y nada más.

El equipo de Jean François Champollion decía: "Ustedes no tienen todo en cuenta". Si estas doce constelaciones están sobre el Zodíaco en relación con Sirio, Orión y los planetas, su emplazamiento se establece con referencia a las estaciones Egipcias y no a las Griegas, es decir que la antigüedad hay que datarla en dos mil años antes de Cristo y no en doscientos.

Un tercer clan, el de los astrónomos de Charles Dupuis, replicaba:

"Todos ustedes están en un error, porque todas las constelaciones están conducidas por la de Leo, que está sobre una barca. En esa época el Sol estaba en la constelación de Leo, por tanto, es el cielo de hace doce mil años, no dos mil ni doscientos".

En escena apareció un cuarto y potente clan representado por el Arzobispo de París, que amenazó con la excomunión a quienes mantuvieran tales tesis. No hay que olvidar que esto tenía lugar en 1.820 y según la Iglesia (el Vaticano), la creación del mundo había tenido lugar cuatro mil años antes de Cristo; Adán, el primer hombre, había aparecido cinco mil años atrás y la Tierra no tenía una antigüedad superior a seis mil años.

Así pues, hace sólo ciento setenta y cinco anos que los sabios conocían que el mundo existía desde hacía más de seis mil años pero no podían decirlo por el riesgo que corrían. La tradición estaba establecida y nadie se atrevía a cuestionarla.

Hasta 1.956 la Comisión Bíblica no solicitó un restablecimiento de la verdadera cronología de esta parte del Antiguo Testamento. Sin embargo, en 1.995 todavía se siguen datando los monumentos Egipcios en función de la decisión del Arzobispo de Paris, Monseñor Affre.

El año actual corresponde, en cambio, al 5.756 del calendario judío, que arranca, según una tradición, desde la creación del mundo y según otra, de la salida de Abram (que después fue Abraham, hijo de Thera, de Ur). Es curioso que Ur signifique Luz y que el padre de Abraham se llamara como la isla que algunos han asociado a la Atlántida o a una colonia Atlante.

Según afirma Slosman, es posible hablar de sus descubrimientos sobre Déndera porque se dispone de escritos desde cuatro mil, hasta mil años antes de Cristo, en los que se habla de Déndera y sus reconstrucciones, así como lo que entre los años 1.840 y 1.870 opinaron Mariette, Máspero, etcétera. Su mérito ha sido ratificar sus descubrimientos e ir más lejos.

El templo de Déndera, es el templo de la Dama del Cielo y todos los fundamentos de la Astronomía y de la Astrología parten de allí, y así fue a lo largo de sus reconstrucciones, ya que la que actualmente contemplamos es la sexta reconstrucción sobre los únicos cimientos originales, que se remontan a los arquitectos Sucesores de Horus, que fueron los primeros supervivientes llegados a las orillas del Nilo, tras el cataclismo Atlante.

Existe un papiro del escriba del faraón Keops a quien se atribuye la construcción de la Gran Pirámide (aunque probablemente sea muy anterior) que se conserva en el Museo de El Cairo, en el que se precisa que, por orden de Khufu (Keops), el Templo de la Dama del Cielo de Déndera será reconstruido por tercera vez, sobre el mismo emplazamiento y según los planos establecidos por los sucesores de Horus, sobre pieles de gacela y salvaguardados en los archivos del Rey.






LOS ARGUMENTOS DE LA FONÉTICA

Otro aspecto fundamental de las investigaciones de Slosman se refiere a la fonética. El punto de partida es el capítulo XVII del Libro de los Muertos, porque a través de él se llega a la Atlántida. En ese libro se habla del Más Allá, pero en este caso se trata del nombre de un país que fue sumergido por la cólera de Dios.

Ese país se llamaba AHA MEN PTAH (Amenta para los Griegos; Amenti, en castellano), el Reino de los muertos, pero que en su traducción exacta quiere decir: Primer corazón o corazón primogénito de Ptah. (Según multitud de textos Ptah es el Dios Único, el Dios Eterno, el Todopoderoso).

El hilo conductor que enhebra Déndera y el gran cataclismo, es ese capítulo XVII, que establece la situación desde los ancestros, y los ancestros son los Faraones, porque Faraón es de nuevo una palabra Griega, que en jeroglífico es PHER AON, PER AHA, lo que significa:

Descendiente del Primogénito y el primogénito es Osiris.

Toda la trama se explica a lo largo de un extenso texto en el que se cuenta, que los primogénitos se encontraban en ese otro país, AHA MEN PTAH, que fue engullido por el Mar. Los supervivientes establecieron ATH KA PTAH, que significa Segundo corazón de Ptah, cuya fonetización Griega es Egyptos. Si según apuntan todos estos datos, hubo un enorme cataclismo que sumergió todo un continente, éste tuvo que ser la Atlántida.

Los textos de Platón hablan de ello claramente. Él mismo dijo que fue Solón quién le inspiró. Timeo y Critias, y Solón que vivió siete años en Egipto y aprendió con los sacerdotes de Sais, todo lo referente al continente sumergido, así como en los jeroglíficos, que leía y comprendía.

EL GRAN CATACLISMO QUE SUMERGIÓ LA ATLÁNTIDA

Es preciso tener en cuenta que cataclismos de esta magnitud se han repetido con cierta periodicidad, y remito al lector al magnifico estudio realizado por Juan Bonet, magnífico investigador, que en su libro: El vuelco de la Tierra, editado por la Universidad de Navarra, describe los cuatro vuelcos habidos ya en nuestro planeta y apunta además la posibilidad de un próximo quinto vuelco (vuelcos de aproximadamente 180º grados) con el consiguiente cataclismo.

Todos los vuelcos habidos son asociables a los diversos relatos de diluvios de las distintas leyendas y tradiciones, que siendo muchos pueden reducirse a cuatro, coincidentes en sus características con los cuatro vuelcos mencionados. Precisamente el último, que coincidió con el final de la última Glaciación (el que originó tal final), fue el que hundió la Atlántida, recogido en la epopeya de Gilgamés y en el diluvio bíblico de Noé.

A este respecto Slosman cuenta, que los sacerdotes que estaban al corriente de lo que iba a ocurrir, habían hecho construir decenas de miles de embarcaciones insumergibles, que llamaban Mancgit y no sólo sirvieron para salvar a una parte de la población, sino que fueron utilizadas también por sus descendientes. Son esas Barcas Sagradas que se encuentran por todas partes, en las que se habían salvado Osiris, Isis y Horus.

Cuando la Tierra volcó girando 180º sobre el eje, el movimiento aparente del Sol primero se detuvo y luego el cielo pareció desplomarse. A continuación, el Sol retrocedió en su curso para ponerse por donde había salido, todo ello en un tiempo brevísimo. Después, acompañado de gigantescos terremotos se produjo la gran inmersión y la desaparición del Sol.

Los supervivientes escaparon en todas direcciones, pero una buena parte de ellos se dirigieron hacia lo que había sido hasta entonces, la Tierra de Poniente, que es precisamente lo que significa la palabra MOGHREB, la costa de Marruecos. Desde allí se dirigieron en un largo éxodo hasta el Nilo.

LA TEOLOGÍA ORIGINAL DEL MUNDO






El mencionado capítulo XVII del Libro de los muertos recoge, en realidad, la Teología original del mundo de la cual todas han derivado. Una teología sorprendente porque es absolutamente monoteísta e idéntica al Dios de Abraham y de Moisés. Según Slosman, el Antiguo Testamento no es sino una copia de esta Teología original, en la que se olvida demasiado fácilmente que Moisés era Príncipe de Egipto y por tanto, que había sido elevado a Gran Sacerdote porque estaba destinado a ostentar el cetro.

A esto es preciso agregar algo sumamente importante: El resultado de la cuidadosa, documentada y exhaustiva investigación realizada por el escritor Egipcio Ahmed Osman, que concluye que ese Príncipe, de madre Judía, la Reina Tiyi, hija del Visir Susa (el José bíblico) y padre Egipcio, el Rey Amenofis III, fue el Rey Amenofis IV, al que se conoce más como: Akenaton, o el Rey Hereje, porque restablece el culto a un Dios único, Atón y Akenaton es precisamente Moisés. 

Para situar adecuadamente esta cuestión es preciso hacer una digresión. El nombre Moshe, Moisés, no significa Salvado de las Aguas, como suele interpretarse sino Nacido de las Aguas, ya que las Aguas, representan siempre la esencia de la vida. Además el mundo de las aguas, simboliza el mundo emocional, lo cual se asocia al amor, entre su padre Egipcio y su madre Judía, de la que él nace, lo que automáticamente lo convierte en Judío indiscutible, porque para el Judaísmo son Judíos los hijos de vientre Judío. (La madre siempre es evidente, pero el padre sólo es presumible).

Este nombre tiene una connotación de suma importancia ya que lo relaciona con los nacidos de las aguas del cataclismo, los primogénitos, descendientes del primogénito (Osiris) y sucesores de Horus en ATH KHA PTAH, en el Segundo Corazón de Ptah. En consecuencia, el nombre Moisés, sirve como pista clara para relacionarlo con su origen regio indicando que no es un príncipe cualquiera.

Como tal, además de prepararse para manejar el mundo material, es preparado para manejar el mundo espiritual, ya que el Faraón es Sumo Sacerdote. Y así aprendió, de la primera letra hasta la última, todo el monoteísmo original Egipcio, tal como se enseñaba precisamente en Déndera.

EL HORIZONTE DE ATON

Por otra parte Akenaton no establece, sino que restablece el monoteísmo original con Ptah, el Único, que es lo mismo que representa ATON, y una vez hecho esto, traslada su capital a un lugar del desierto, en el que las montañas forman un arco cuya cuerda es el Nilo y al cual da el nombre de El horizonte de Aton, Akenaton, conocido actualmente como Tell el Amarna. 

Pero hace algo más. Traza sobre el territorio Egipcio un gigantesco círculo, de cientos de kilómetros de diámetro, que marca con doce estelas, y en ellas escribe: Estos son los límites de mi Reino. Estos límites son muy inferiores al Imperio real, formado por el Alto y el Bajo Egipto, pero sólo aparentemente porque las estelas representan las doce puertas del Zodíaco, lo que convierte en Reino suyo lo que está Más Allá, el Universo Entero.

Akenaton, según los Egiptólogos, es derribado por una revuelta sacerdotal y probablemente asesinado, aunque ni su tumba ni su momia se han encontrado nunca, y su nombre fue borrado de los monumentos; sin embargo hay una estela de El Amarna, en la que figura que simplemente desapareció.

Moisés también desaparece de Egipto y reaparece cuarenta años más tarde, para llevarse a un pueblo prácticamente limpio de religión, los Habiru, más Egipcios que Judíos, como queda muy claro si se lee con atención el principio del Éxodo, a los que conocía bien y a los que transmitió todo el monoteísmo Egipcio y cuanto había aprendido allí, unido a las experiencias y los conocimientos que había adquirido durante cuarenta años con Jetro, sacerdote de Madián, que llegará a ser su suegro.

EL VALOR DE LOS JEROGLÍFICOS

Lo que pocos conocen es que en 1.812  publicó en Grenoble un libro titulado De la Escritura de los Antiguos Egipcios, en el cual afirma, que la escritura jeroglífica en modo alguno es alfabética, pues representa cosas, no sonidos, y lo mismo afirma de la escritura Hierática a la que considera como Una Taquigrafía Jeroglífica.

El propio Champollion lo hizo desaparecer de las librerías con el pretexto de que podía lesionar a las personas piadosas, porque hacía remontar las dinastías Faraónicas al año 5.285 antes de Cristo, es decir, antes del nacimiento oficial de Adán. 

Clemente de Alejandría, Padre de la Iglesia del Siglo III, en su Stromatas hace un estudio muy próximo a la realidad de lo que son y representan los diferentes tipos de escritura Egipcia, y el propioAristóteles, en el Tratado de Filosofía según los Egipcios, se refiere a los jeroglíficos, que es más que probable que conociera perfectamente en su dimensión de lengua sagrada porque escribe:

Los Egipcios, habiendo conocido las formas espirituales, se expresaban por una doctrina intelectual superior a los métodos humanos. Grababan estos conceptos sublimes por medio de figuras, tornando las piedras de los muros de sus templos. Las usaban tanto para todas las ciencias, como para todas las artes, con el fin de indicar que el espíritu inmaterial lo había creado todo a partir de los modelos particulares de cada ser.

Y Slosman añade: En todos los tiempos estos jeroglíficos fueron objeto de una consideración respetuosa, porque estas imágenes no podían ser más que portadoras de un mensaje celeste: El de la Ciencia Divina. Su significación simbólica sólo podía ser, sin duda, mística e iniciática. Esto significa, sobre todo, que los jeroglíficos tienen una base ideográfica, altamente espiritual, y que por esta razón la mayoría de los signos no eran comprensibles para el pueblo.

Es decir, que existía un lenguaje popular que se leía en alta voz y que por consiguiente era hablado. Fue llamado más tarde lenguaje Demótico. Por tanto, se ha de suponer que el jeroglífico no era más que un lenguaje escrito destinado a la conservación de la Tradición Original. (Jeroglíficos Multimedia)

De hecho, los conflictos en los que se sumergieron los sabios al aplicar a los textos el método de Champollion, fueron enormes, porque además de ser totalmente diferentes las interpretaciones entre unos y otros, generalmente los resultados son incomprensibles. Los griegos llamaron a los jeroglíficos Lengua Sagrada. Podemos entender, que es así, porque los primeros datan deMenes, y cuando los volvemos a encontrar 4.000 años más tarde sobre la Piedra de Rosetta, los signos son absolutamente idénticos.

En 4.000 años no se ha cambiado ninguno. Sin embargo, había dos lenguas habladas, el Demótico y el Hierático, que en 500 ó 600 años sufrieron cambios enormes, hasta el extremo de que al cabo de 1.000 años, ya no se comprendían.






Existen cinco diccionarios principales sobre jeroglíficos: Suizo, Belga, dos Franceses y uno Inglés, y en todos ellos no hay dos palabras que sean comparables: Nadie traduce, sino que cada uno interpreta a su manera las imágenes que ve. Los jeroglíficos son iconografías diversas: Pájaros, Animales, Hombres, Mujeres, pero que constituyen una lengua comprensible, real, original, tradicional.

Y si este planteamiento entra en colisión con lo tradicional. ¡Qué se le va a hacer! ¿Qué se le va a hacer?.

Pues, sí se puede hacer: Volver a la humildad de la ciencia carente de Dogmatismos. Abrirse a la verdadera ciencia, que en sí misma, estará siempre abierta a todas las posibilidades. Acaso sea el momento en este tiempo cambiante de conocer el legado, el mensaje, las instrucciones de nuestros antepasados.

EL GRAN CATACLISMO FINAL

Este dibujo aparece en los principales templos Egipcios y su importancia radica en que permite leer sin la aportación de ningún texto escrito la totalidad de la escena primordial del Gran Cataclismo, origen del hundimiento de AHA MEN PTAH, el Edén desaparecido. La triada divina estaba a la cabeza de los evadidos, que se han convertido en supervivientes de la Atlántida, originando gracias a Hor(Horus) una dinastía de Faraones o hijos de Dios.

En primer lugar, se encuentra Nut, la reina virgen, madre de Usir (Osiris). Por haber enviado al mundo al primogénito de Dios, sube al cielo desde donde protege a los hermanos menores. Por esto, se identifica a la reina Nut, con la Vía Láctea. Aquí se la ve con el cuerpo constelado de estrellas, formando un puente entre Oriente y Occidente como El Gran Río Celeste.

Desde el oeste, lugar donde tuvo lugar la terrible catástrofe, el mar ha sumergido toda la tierra del inmenso continente y sobre su superficie sólo quedan las Mandjit, embarcaciones insumergibles concebidas para asegurar la supervivencia.

Sobre la barca de la izquierda se encuentra Osiris, con la cabeza vendada. La mitad trasera de un león esta apoyada sobre las vendas, representando el desorden. El trastorno y la ruina que se ha producido durante el paso del Sol, en la constelación de Leo en movimiento retrógrado. Al lado de Osiris está su hijo Horus, representado por el halcón y portador del Sol. Porque, de su supervivencia depende el renacimiento de los evadidos.

Como ha sido gravemente herido y apenas tiene un hilo de vida, la Cruz Ansata, Ank, está ensangrentada, lo cual no ocurre con la que lleva Iset (Isis), la madre de Hor y esposa de Usir. Ella lleva sobre la cabeza el alma de los escapados, simbolizada por una pluma verde de avestruz. La Mandjit de la derecha, ha superado las dificultades con la ayuda de un velamen de fortuna. Ha llegado a Oriente, aTA MANA, el lugar del ocaso.

Fuente: http://www.bibliotecapleyades.net/egipto/esp_egipto_colonia.htm#asombroso

¿Gárgolas : Y eso que es ?

De todas las criaturas mitológicas que pululan por bestiarios y tratados demonológicos, las Gárgolas son, quizás, las menos comprendidas.

Desechemos rápidamente la idea de que las Gárgolas provienen de la mitología clásica.

Esto no es así. Su origen, mucho más cercano, ni siquiera roza las mitologías nórdicas o celtas.

El significado de las Gárgolas.

Las Gárgolas nacen y se desarrollan durante la Edad Media.

La palabra Gárgola proviene del francés gargouille, originalmente garganta. A su vez, este deriva del latíngurgulio o gargula, y, más atrás, de la raíz indoeruropea Gar, "tragar", matiz que la lengua española conserva en la palabra garganta.





En italia se las conoce como Doccione o Gronda Sporgente, término arquitectónico que significa algo así como "alero prominente". En Alemania las Gárgolas son llamadas Wasserspeier, "vomitador de agua"; término análogo al holandés Waterspuwer, "escupe agua".

Toda esta terminología sobre las Gárgolas apunta a su utilidad arquitectónica, ya que lasGárgolas son, además de un símbolo y un recordatorio de las aberraciones del infierno, un elemento necesario en las catedrales para desaguar los tejados mediante imperceptibles caños que las atraviesan.

La evolución de las Gárgolas en el arte se dio de un modo explosivo, aunque en un primer momento no se las llamaba así. Los primeros artistas en representarlas las llamaronGrifos, en clara alusión a una fuente mitológica; pero muy pronto las Gárgolas se separaron de sus primos griegos, y adquirieron una reputación tan personal como grotesca.

Es interesante señalar que las Gárgolas fueron, y quizás son, la representación de lo imposible. Agotados los modelos clásicos, los artistas recurrieron a lo más profundo de su imaginación para describir el horror en estado puro.

Las gigantescas bestias clásicas ya no inquietaban. Por el contrario, para esta nueva clase de horror que brotaba de las iglesias, un espanto ciego, idiota, obstinado, que repartía hambre y bendiciones en cuotas desiguales, se necesitaba una criatura capaz de encarnar lo más abominable de las huestes infernales.

Es así que las Gárgolas comenzaron su eterna vigilancia sobre catedrales góticas, barrocas, e incluso en edificios con pocas pretenciones religiosas. Desde las alturas escrutan al caminante, recordándole constantemente el destino trágico de su alma, aquello que lo espera del otro lado si se desvía del santo edificio que yace bajo sus garras como un cadáver descomunal.

La leyenda de la Gárgola.

La leyenda más antigua sobre Gárgolas proviene de Francia.

A mediados del año 600 d.C un hombre llamado Romain, conocido como San Romanus, primer canciller del rey merovingio Clotaire II, relata el azote de un monstruo infame en las tierras de Rouen. Lo llama Gargouille o Goji, y lo describe con los típicos atributos reptiloides de los dragones franceses: alas de murciélago, mirada hipnótica, fauces flamígeras, etc.


En algunas versiones de la leyenda San Romanus somete a esta criatura mediante su crucifijo, en otras, lo abate con la ayuda de un proscrito. Lo cierto es que, sea cual sea la versión que estudiemos, San Romanus derrota a la Gárgola y la traslada a la ciudad de Rouen, donde es cremada en medio de largas celebraciones. Sin embargo, la cabeza de la Gárgola no arde, sus cráneo está diseñado para resistir las llamas de sus fauces, de modo que, imposibilitados de quemarla debidamente, San Romanus mandó a colocar la cabeza sobre la puerta principal de la iglesia de Rouen.

Tiempo después, y para conmemorar el nombre de San Romanus y su ignoto ayudante proscrito, el arzobispo de Rouen liberaba un prisionero por año bajo la mirada pétrea de la Gárgola.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...