lunes, 18 de septiembre de 2017

Mohenjo Daro: ? Porqué se extingió tan reprentinamente esta poderosa Civilización hace 4000 años ?


En un Libro de Pedro Romaniuk, mencionaba que en el pasado se usaba la energia nuclear pero de una forma distinta a la nuestra.

No hemos reconocido esas detalladas referencias a la guerra nuclear en las leyendas antiguas hasta que no hemos desarrollado nosotros mismos la fuerza atómica.

La mayor parte de esas referencias proceden del Mahabharata, el Ramayana, textos puránicos y védicos, el Mahavira Charita y otros textos sánscritos, que, libres de los incendios y destrucciones sufridos por tantos libros de la antigüedad mediterránea y del Medio Oriente, nos han llegado directamente desde tiempos antiguos.

Las referencias “atómicas” que contenían desde la primera traducción completa del Mahabharata en 1843 ( que se escribió originalmente en sánscrito hacia 1500 a. C., sobre leyendas que databan de 5.000 años a.C.), parecían sólo ejemplos de férvida imaginación oriental, sobre guerras de dioses y héroes antiguos.

Mahabharata significa, en sánscrito, Gran Bharata; y es el más extenso poema épico de la literatura india antigua –el segundo es el Ramayana–. Aunque ambos son básicamente obras profanas, se recitan de manera ritual y confieren supuestamente méritos religiosos a quienes los escuchan.



Antes de conocerse los efectos de la bomba atómica estos poemas carecían de sentido, ahora no, al igual que el de los carros de fuego que por los aires los llevaban.

Era un solo proyectil cargado con toda la fuerza del Universo.

Una columna incandescente de humo y llamas brillante como diez mil soles se elevó en todo su esplendor…
…Era un arma desconocida, un relámpago de hierro, un gigantesco mensajero de muerte, que redujo a cenizas a toda la raza de los Vrishnis y los Andhakas.
…Los cadáveres quedaron tan quemados que no se podían reconocer.
Se les cayeron el pelo y las uñas:
los cacharros se rompieron sin motivo, y los pájaros se volvieron blancos.
Al cabo de pocas horas todos los alimentos estaban infectados…
…Para escapar de ese fuego los soldados se arrojaban a los ríos, para lavarse ellos y su equipo…

Mahabharata

Las dimensiones de esa arma legendaria tienen cierta semejanza con los proyectiles tácticos nucleares de hoy día:

…Un tallo fatal como la vara de la muerte. Medía tres codos y seis pies.
Dotado de la fuerza del trueno de Indra, la de mil ojos, destruía toda criatura viva…
Los poderosos efectos de la explosión y el calor producidos por esa arma se describen de una manera imaginativa y lírica, pero una manera que se podría aplicar (salvo por los elefantes) al lanzamiento de una bomba atómica:

…Entonces (el dios de esa poderosa arma) se llevó por delante multitudes de Samsaptakas con corceles y elefantes y carros y armas, como si fueran hojas secas de los árboles…
Llevados por el viento, oh Rey, parecían hermosos allá arriba como aves en vuelo arrancando de los árboles…

Y más adelante dice:

…Vientos de malos auspicios llegaron a soplar…
El Sol pareció dar la vuelta,el Universo, abrasado de calor,parecía tener fiebre.
Elefantes y otras criaturas de la tierra,abrasados por la energía del arma,huyeron corriendo…
las mismas aguas al calentarse,las criaturas que vivían en ese elementoempezaron a arder…

Y continúa con:

Hostiles guerreros caían como árboles quemados en un fuego furioso…
Enormes elefantes quemados por esa arma,caían por tierra…
…Lanzando terribles gritos…
Otros abrasados por el fuego corrían de acá para allá mientras, en medio de un incendio de bosque,
los corceles… y los carros también…quemados por la energía de esa arma…parecían como copas de árboles quemados en un incendio de bosque…

Ramayana y otros relatos

En el Ramayana se lee:

Tan poderoso que podía destruir la tierra en un momento: un gran ruido que se elevaba en humo y llamas… y sobre él está sentada la Muerte…
El Mahabharata refiere la historia de un señor feudal llamado Gurkha con estas palabras:

…Venía a bordo de un vimana, y sació su ira enviando un sólo y único rayo en contra de la ciudad. Una enorme columna de fuego diez mil veces más luminosa que el sol se levantó, y la ciudad quedó reducida a cenizas en el acto…

El Libro de Krisna relata:

Era capaz de moverse sobre el agua y bajo el agua. Podía volar tan alto y veloz que resultaba imposible de ver. Aunque estuviese oscuro, el piloto podía conducirlo en la oscuridad

El Ramayana relata:

Las Vimanas tienen la forma de una esfera y navegaban por los aires a causa del mercurio (rasa) levantando un fuerte viento.

Hombres a bordo de los Vimanas podían así cubrir grandes distancias en un espacio de tiempo sorprendentemente corto, pues el hombre que conducía lo hacia a su voluntad volando de abajo arriba, de arriba abajo, adelante o atrás.

En el Saramangana Suttradhara se lee:

Estaban hechos con planchas de hierro bien unidas y lisas y eran tan veloces que casi no se los podía ver desde el suelo. Los hombres de la tierra podían elevarse muy alto en los cielos y los hombres de los cielos podían bajar a la tierra.

En el Ramayana se nos dice:

Debe haber cuatro depósitos de mercurio (rasa) en su interior.

Cuando son calentados por medio de un fuego controlado, el vimana desarrolla un poder de trueno por medio del mercurio.

Si este motor de hierro, con uniones adecuadamente soldadas, es llenado de mercurio y el fuego se dirige hacia la parte superior, desarrolla una gran potencia, con el rugido de un león e inmediatamente se convierte en una perla en el cielo.

El Mahavira Charita dice:

Un proyectil, cargado con la fuerza del universo, produjo una inmensa columna de humo y llamas deslumbrantes. Tan brillantes como 10.000 soles en todo su esplendor.
Era una arma desconocida un trueno de hierro, un gigantesco mensajero de la muerte, que redujo a cenizas a la totalidad de la raza enemiga.
Los cuerpos quedaron irreconocibles, sus cabellos y uñas se caían, la loza se rompía espontáneamente y las aves vieron decolorados su plumaje…

Después de unas cuantas horas, todos los alimentos quedaron contaminados, para poder escapar de ese fuego, los soldados se arrojaron a los ríos para lavar su equipaje y lavarse ellos mismos…
El sol pareció temblar, y el universo se cubrió de calor. Las aguas hirvieron, los animales comenzaron a perecer y los guerreros hostiles cayeron derribados como briznas.

Grandes proporciones de vegetación quedaron desiertos, y hasta el metal de las carrozas se fundió ante esta arma.

Se considera en la India, por parte de los entendidos, que los primeros cronistas diferenciaron en sus relatos lo real de lo ficticio.

Las historias de imaginación, o cuya veracidad no había sido comprobada, entraban dentro de la categoría “Daiva”.

Los hechos reales, cuya autenticidad estaba fuera de toda duda, eran conocidos como “Manusa”.

El Mahabharata, Ramayana, Mahavira, y otros textos tenidos por fantasiosos, pertenecen a la categoría “Manusa”.



La bomba atómica

Sólo siete años después de la primera explosión atómica en Nuevo México, el doctor Oppenheimer, que conocía bien la antigua literatura sánscrita, estaba dando una conferencia en la Universidad de Rochester. Luego, en el turno de preguntas y respuestas, un estudiante hizo una pregunta a la que el doctor Oppenheimer contestó con una extraña reserva:

Estudiante: La bomba que se hizo estallar en Alamogordo, durante el proyecto Manhattan, ¿fue la primera en hacerse explotar?

Doctor Oppenheimer: Bueno…, sí. En tiempos modernos, sí, claro.

Quizá el doctor Oppenheimer recordaba el pasaje anterior que había leído en el Mahabharata sobre una antigua guerra en que se introdujo una nueva arma aterradora.

El doctor Robert Oppenheimer, que tenía un amplio conocimiento de la literatura sánscrita y las leyendas hindúes, recordó cuando la primera explosión desgarró el cielo de Nuevo México, unos versos del antiguo Mahabharata, compuestos hace miles de años en la India pero extrañamente aplicables a la era nuclear.

Siete años después de los ensayos nucleares en Alamogordo, Nuevo México, el Dr. J. Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, estaba dando conferencias en una Universidad cuando un estudiante preguntó si existían otras pruebas atómicas de los Estados Unidos antes de Alamogordo.

"Sí, en los tiempos modernos," respondió.

La sentencia, enigmática e incomprensible a la vez, era realmente una alusión a los antiguos textos hindúes que describen una catástrofe apocalíptica que no se correlacionan con otros fenómenos conocidos o erupciones volcánicas. Oppenheimer, quien estudió con avidez el Sánscrito antiguo, sin duda se refería a un pasaje en "El Bhagavad Gita" que describe un desastre global causado por "un arma desconocida, un rayo de hierro".

Aunque puede ser alarmante para la comunidad científica el hablar de la existencia de armas atómicas antes del ciclo actual de la civilización, evidencia de este fenómeno parece susurrar sus versos en todos los rincones del planeta.

Cristal del desierto



Explosión atómica destruyó ciudad hace 4000 años
Esta evidencia proviene no sólo de los versículos hindúes, sino también de amplias extensiones de fragmentos de vidrio fundido diseminadas en muchos desiertos del mundo. Cristales de silicio, curiosamente moldeados, se asemejan notablemente a los mismos fragmentos encontrados después de las explosiones nucleares en el sitio de pruebas atómica de White Sands en Alamogordo.

En diciembre de 1932, Patrick Clayton, un topógrafo de la Egyptian Geological Survey, condujo entre las dunas del gran mar de arena, cerca de la meseta de Saad en Egipto, cuando oyó que algo se trituraba debajo de las ruedas. 

Cuando examinó lo que estaba causando el sonido, encontró grandes trozos de vidrio en la arena.El hallazgo atrajo la atención de geólogos del mundo y plantó la semilla para uno de los mayores enigmas científicos modernos. ¿Qué fenómeno podría ser capaz de elevar la temperatura de la arena del desierto a por lo menos 3.300 grados Fahrenheit, en hojas grandes de vidrio fundido de color amarillo-verde?

Explosión atómica destruyó ciudad hace 4000 años
 Mientras pasaba a través White Sands missile range de Alamogordo, Albion W. Hart, uno de los primeros ingenieros en graduarse en el Massachusetts Institute of Technology, observo que los trozos de vidrio dejados por las pruebas nucleares eran idénticas a las formaciones que se observó en el desierto africano hace 50 años atrás. Sin embargo, la extensión del material fundido en el desierto requeriría que la explosión sea 10.000 veces más potente que la observada en Nuevo México.

Muchos científicos han intentado explicar la dispersión de grandes rocas de vidrio en los desiertos de Libia, el Sahara, Mojave y muchos otros lugares del mundo, como producto de impactos de algún meteorito gigantesco. Sin embargo, debido a la ausencia de cráteres en el desierto que lo acompañen, la teoría no se sostiene. Imágenes de satélite ni sonar ha sido capaz de encontrar algún agujero.
Además, las rocas de cristal se encuentra en el desierto de Libia presentan un grado de transparencia y pureza de 99% que no es típico en las fusiones que se generan el las caídas de meteoritos, en el que hierro y otros materiales son mezclados con el silicio fundido después del impacto.


Aún así, los científicos han propuesto que los meteoritos que causo las rocas de cristal podrían haber explotado varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra, relacionadolo con el evento de Tunguska, o simplemente rebotó de tal manera que se llevaron consigo la evidencia de los efectos, pero dejando el calor de la fricción.

Sin embargo, esto no explica cómo dos de las áreas que se encuentran muy cerca en el desierto de Libia muestran el mismo patrón: la probabilidad de dos impactos de meteorito tan cerca es muy baja. 

Ni explicar la ausencia de agua en las muestras de tectita cuando estas áreas de impacto se pensaban que estaban cubiertas hace unos 14.000 años.


Mohenjo-Daro ( cuyo nombre significa “El Montículo de los muertos” ), ubicada en territorio de Pakistán, próxima a las orillas del río Indo, en la zona que los arqueólogos han catalogado como “Cultura del Valle del Indo”, y que junto a Harappa, situada a poco más de seiscientos kilómetros de distancia más al noreste, constituían las dos ciudades más emblemáticas y conocidas de esta antigua civilización.

Mohenjo Daro fue descubierta por el arqueólogo inglés John Hubert Marshall en el año 1.920 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1.980. 

Una de las tantas particularidades asombrosas de este sitio es la total ausencia de edificios que en un principio puedan identificarse como templos o palacios, o simbología que pueda asociarse a este tipo de instituciones.

Todos los edificios siguen un patrón uniforme dentro de una planificación urbanística impecable, con una o dos plantas en ladrillos de adobe con ausencia de adornos y ventanas, amplias avenidas y calles rectas ( muchas de ellas perfectamente pavimentadas, lo cual nos lleva inevitablemente a la existencia de la rueda, claramente demostrado en el jueguete encontrado en las excavaciones, que mostramos en la foto de la derecha ), con edificaciones rectangulares, red de drenajes, canales, tuberías y alcantarillado, incluídas sus arquetas de inspección.

Se divide en dos zonas : “la ciudadela”, situada sobre un montí*** artificial, que albergaba el área político-administratíva, y la “ciudad baja”, que concentraba las áreas residenciales, los talleres artesanales y los almacenes.

Ninguna ciudad contemporánea ni en el Valle del Indo ni en todo el Antiguo Oriente tuvo instalaciones comparables a las de Mohenjo-Daro.

Tanto su descubridor como sus sucesores en las excavaciones fueron de sorpresa en sorpresa: conforme profundizaban niveles y estratos, aparecían elementos cada vez más sofisticados que documentaban un altísimo desarrollo artístico y técnico, a diferencia de las capas más superficiales, dando la sensación de una involución técnica y cultural.

Al igual que la cultura sumeria, la del Valle del Indo también parece haber surgido de repente, sin haber testimonios previos de una evolución “clásica” lo cual constituye un auténtico misterio, y en este caso no lo es menos el de su desaparición, la cual fue tentativamente atribuida a pueblos invasores de origen indoeuropeo.



Al día de hoy permanecen sin ser descifradas sus escrituras ( aparentemente de tipo ideográfica y silábica, pero – también al igual que el sumerio – sin correspondencia ni raíz alguna con otras escrituras de la zona, pero presentando en cambio una sorprendente similitud con la que aparece en las tabillas rongo-rongo de la Isla de Pascua ).

Para llegar a un idioma “traducible” y comprensible, hay que recurrir a antiquísimos textos védicos, escritos en sánscrito y supuestamente legados “por los dioses”, para tratar de encontrar referencias que aclaren algunos aspectos de la cultura y tecnología de Mohenjo-Daro


Entre estos textos, se encuentra el Mahabharata, un extensísimo poema épico de casi 215.000 versos divididos en diez cantos (ocho veces más extenso que la Ilíada y la Odisea juntas), el cual describe Mohenjo-Daro como una ciudad de orígen remotísimo ( al igual que Tiahuanaco en América.

En este caso habría sido uno de los principales centros energéticos del denominado Imperio Rama ) que en un momento se vió envuelta en sangrientos sucesos bélicos, donde tanto hombres como dioses estuvieron involucrados.




HIPÓTESIS NUCLEAR 

En 1979 apareció un libro que causó revuelo titulado “Destrucción Atómica en el 2000 B.C.” escrito por el investigador británico David Davenport, quien después de haber pasado 12 años estudiando las antiguas escrituras hindúes y la evidencia”in situ”, afirmaba que Mohenjo-Daro presentaba clarísimas evidencias de haber sufrido una detonación nuclear, miles de años antes de nuestra era, dejando un panorama post bomba muy similar al de Hiroshima y Nagasaki, incluyendo la radiación y la típica vitrificación del suelo:

“Había un epicentro de 50 yardas de ancho, donde todo fue cristalizado, fundido o derretido. A sesenta yardas del centro, los ladrillos estaban fundidos en un lado, indicando haber soportado una poderosa explosión” escribió.

Basado en sus estudios de muchos manuscritos antiguos, en los cuales además se mencionaban repetida e inequívocamente a los Vimanas como carros de guerra que volaban con su propio poder, Davenport se convenció de que el fin de Mohenjo Daro estuvo vinculado a un estado de guerra entre los arios y los mongoles.

Según sus elucubraciones, los arios controlaban muchas regiones gracias a una asociación con seres alienígenas ( negociando poder por mano de obra gratis ) que buscaban extraer minerales y otros recursos naturales.


Estos alienígenas habrían estado sumamente interesados en las riquezas minerales de Mohenjo Daro, y al ser una ciudad bajo dominio mogol, habrían acordado destruírla en nombre de los arios.

Les habrían otorgado a sus habitantes ( calculados en alrededor de 200.000 ) un plazo de 7 días para evacuar enviándoles una clara advertencia de que todo allí iba a ser destruido, no obstante lo cual algunos habrían desoído la advertencia, y ésta habría sido la razón por la cual en 1927 ( unos pocos años después de que los arqueólogos descubrieran los restos de la ciudad ) se encontraron 44 esqueletos humanos, todos cuerpo a tierra, incluyendo un trío de padre, madre e hijo en plena calle con la cara hacia el suelo y sosteniéndose las manos.

La intrigante teoría de Davenport fue analizada con sumo interés por la comunidad científica, y entre las opiniones favorables se contó la del internacionalmente conocido especialista William Sturm, quien dijo: “La fusión de ladrillos en Mohenjo Daro no pudo haber sido causada por un fuego normal…”

Por su parte, el Profesor Antonio Castellani, ingeniero espacial romano, agregó: “es posible que lo que pasó a Mohenjo Daro no haya sido un fenómeno natural…”

Este misterioso evento de hace miles de años parece estar también reflejado además en el Mahabharata:

“……Un solo proyectil, cargado con toda la potencia del universo. Una columna incandescente de humo y llamas, tan brillante como diez mil soles, se alzó en todo su esplendor. Era un arma desconocida, un rayo de hierro, un gigantesco mensajero de la muerte que redujo a cenizas las razas de los Vrishnis y Andakas, los enemigos contra quienes se utilizó.(… )

“El agua hirvió ( … ) carrozas de guerra fueron quemados por miles ( … ) los cadáveres de los caídos fueron mutilados por el terrible calor, tanto que ya no parecían seres humanos…”( … )” 

Sus cabellos y uñas desaparecieron; jarros y objetos de greda quedaron destrozados, sin motivo aparente, y los pájaros se volvieron blancos. Al cabo de pocas horas, todos los comestibles estaban infectados.

 Los soldados se lanzaron a los arroyos y trataron de lavar sus cuerpos y todo su equipo……”.se lee en el relato.La descripción concluye: “era una visión terrible ( … ) nunca antes habíamos visto un arma tan terrible.”

Estos sucesos descritos en el Mahabharata se sitúan hacia el año 3.103 a.C. y desembocan en el “Kali Yuga” o “Edad Sombría”, una especie de apocalípsis del mundo antiguo conocido.

El Mahabharata significa “guerra de los bharatas”, y describe las luchas de dos familias o clanes reales, los Pandavas y los Koravas, ambas descendientes comunes del mítico Rey Bharata.

Algunas de las traducciones de sus versos han resultado enormemente polémicas, negándose incluso la propia existencia de algunos en el texto original, o descalificándose los conocimientos de sánscrito de algunos de los eruditos que lo tradujeron. 

Al finalizar la II Guerra Mundial, el Mahabharata se puso de moda en Occidente debido a que algunas de las traducciones parecían tener una enorme semejanza con los desgraciados momentos vividos en la contienda mundial, donde armas enormemente poderosas habían sido capaces de aniquilar a los hombres hasta un punto jamás visto hasta el momento ( por NUESTRA civilización, claro ), siendo su “zumum” la utilización de la bomba atómica, situación descripta con gran fidelidad miles de años antes de que los norteamericanos la utilizasen sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Como ya comentamos previamente, existe en Oriente una gran cantidad de textos ( el Ramayana, el Libro de Krisna, entre otros ) que describen con todo tipo de detalles la existencia de naves voladoras (vimanas) y de cohetes o misiles capaces de alcanzar largas distancias con sus mortíferas cargas.

Aún aceptando todos los cuestionamientos realizados a la traducción del Mahabharata, hay muchas otras señales de una interrupción abrupta de la enigmática civilización de Mohenjo-Daro:

¿ esqueletos diseminados todos boca abajo en plena calle? ¿la muerte los sorprendió huyendo?

¿porqué parte de los huesos de estos cadáveres parecen haberse consumido o volatilizado muy rápidamente?

¿sólo treinta cadáveres en una ciudad de 200.000 habitantes?

¿ de dónde proviene el nombre “ el montí*** de los muertos” ?

¿porqué la evacuación repentina de su población?

¿porqué la involución cultural de su arte y ciencia?. 

Otra extraña particularidad la constituye el hecho de que tanto los cadáveres hallados allí como en la ciudad de Harappa (distante unos 600 kilómetros ) presentan un alto nivel de radioactividad.

Pero hay más: también existe una especie de “epicentro” en el centro de la ciudad, de unos 45 metros de diámetro. Allí el terreno se encuentra cristalizado, y los bloques de piedra más cercanos fundidos o derretidos.

En las edificaciones más próximas a este “foco” se puede observar que los ladrillos de las paredes expuestos al exterior y en dirección al supuesto “epicentro” también se encuentran fundidos o derretidos, una circunstancia que solo se podría haber producido exponiéndolos a temperaturas superiores a los 1.500º centígrados.

Con los mismos síntomas de destrucción se han encontrado toda clase de objetos de alfarería, cerámica, joyería, etc, y señales de explosiones menores e incendios se encuentran también por doquier


Detractores de Davenport atribuyen la presencia de radioactividad a las propias características geológicas del terreno donde se encuentran emplazadas las ruinas de Mohenjo-Daro, y la presencia de objetos o superficies vitrificadas y materiales derretidos o fundidos, se ha asociado a fuerzas de la naturaleza ya observados en otras latitudes como Escocia, Australia o Egipto, atribuíbles a probables rayos y arcos eléctricos de gran intensidad.
Explosión atómica destruyó ciudad hace 4000 años
Lord David William Davenport (izquierda) con Ettore Vicenti (derecha), en Pakistán
Lo que se encontró en el sitio de Mohenjo Daro corresponde exactamente a Nagasaki, declaró Davenport, quien publicó sus sorprendentes resultados en un asombroso libro "Destrucción Atómica en el 2000 B.C." (Milán, Italia, 1979). 

Había un epicentro como de 50 yardas de ancho, donde todo fue cristalizado, fundido o derretido, dijo.


A sesenta yardas del centro, los ladrillos están fundidos en un lado, indicando una explosión. 
El horrible y misterioso evento de hace 4,000 años, que derribó Mohenjo Daro, fue grabado en un antiguo manuscrito hindú llamado Mahabharata, que ha sido custodiado por santos varones durante siglos:

Humo blanco caliente, que era mil veces más luminoso que el sol subió en brillo infinito y redujo la ciudad a cenizas, se lee en el relato. 

El agua hirvió ...caballos y carrozas de guerra fueron quemados por los miles.. . los cadáveres de los caídos fueron mutilados por el terrible calor, tanto que ya no parecían como seres humanos...

La descripción concluye:

'era una vista terrible de ver... nunca antes hemos visto un arma tan terrible.'

Basado en sus estudios de muchos manuscritos antiguos, Davenport cree que el fin de Mohenjo Daro estaba vinculado a un estado de guerra entre los arios y los mongoles. Los Arios controlaban regiones donde alienígenas espaciales minaban minerales y explotaban otros recursos naturales, cree él. 

Porque era una ciudad mongol, los alienígenas habían estado de acuerdo en destruir Mohenjo Daro en nombre de los arios. Los alienígenas necesitaban la amistad de los reyes arios para poder continuar con su búsqueda e investigación, explicó Davenport. 

Ruinas de Mohenjo Daro 

Explosión atómica destruyó ciudad hace 4000 años
Los textos nos dicen que a los 30,000 habitantes les dieron siete días para evacuar – una clara advertencia que todo estaba por ser destruido. Obviamente, algunas personas no consideraron la advertencia, porque en 1927 fueron encontrados 44 esqueletos humanos allí, sólo unos años después de que la ciudad fue descubierta.

La intrigante teoría de Davenport se ha encontrado con intenso interés en la comunidad científica. El nacionalmente conocido especialista William Sturm dijo:



'la fusión de ladrillos en Mohenjo Daro no podría haber sido causada por un fuego normal...'



El Profesor Antonio Castellani, ingeniero espacial en Roma, agregó:

'es posible que lo que pasó a Mohenjo Daro no fuera un fenómeno natural...'

En conclusión

Explosión atómica destruyó ciudad hace 4000 añosMuchos historiadores dicen que hubo una guerra nulear en la antigüedad mientras otros dicen que no.

Según, mi investigación creo que existió una guerra nuclear en la antigüedad.

No hay ninguna indicación de una erupción volcánica en mohenjodaro o en otras ciudades, que haya generado tal intenso calor como para derretir vasijas de barro, eso sólo puede explicarse por la explosión atómica o algunas otros armas desconocidas.

En el lejano pasado, extraterrestres o una civilización perdida como Atlantis detonaron armas nucleares, produciendo terrible devastación.

Este desastre se registró en la Biblia, escrituras hindúes y mitologías del mundo. Sodoma y Gomorra sintieron el aguijón de las armas nucleares cuando "el Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, el Señor de los cielos" (Génesis 19:24-25).

El antiguo Mahabharata hindú describe que un "único proyectil cargado con todo el poder del universo. Una columna incandescente de humo y llamas brillantes como 10 mil soles se elevó en todo su esplendor".

Esto suena como relatos de bombas nucleares cayendo desde arriba.

Así que, ¿Detonaron armas nucleares en la antigüedad?

Todas las evidencias indican que sí. 


   



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