miércoles, 22 de agosto de 2018

La insólita abducción de Pascagoula (I)


Esta imagen ha sido extraída de una de las primeras entrevista televisivas realizadas a Calvin Parker, dias después de la abducción del 11 de octubre de 1973, en el astillero Walker.

Esta es la última entrega sobre el incidente Pascagoula, uno de los casos de abducción mejor documentados de la ufología.

Como hemos visto en las tres entregas anteriores, Calvin Parker y Charlie Hickson reportaron haber sido abducidos por los extraños tripulantes de un ovni la noche del 11 de octubre de 1973, mientras pescaban en el río Pascagoula.

Antes de revisar las experiencias post-abducción de Calvin Parker es necesario aclarar algunas mentiras e imprecisiones difundidas por ciertos blogs de habla hispana e inglesa.
Mentiras e imprecisiones sobre el caso Pascagoula

En varios blogs de internet se afirma que ambos, Parker y Hickson, pasaron la prueba del polígrafo. Esto es una mentira producto de la pobre investigación que estos blogs le han dedicado a este tema. En el caso Pascagoula, el único que pasó por la prueba del polígrafo fue Charlie Hickson, eso lo sabe cualquiera medianamente informado sobre este caso y se puede comprobar leyendo los libros citados en esta entrada.




Uno de estos artículos, precisamente uno en español curiosamente titulado “El diablo está en los detalles”, en el que se afirma que ambos se sometieron a la prueba del polígrafo (ver imagen de abajo), tiene como fuente a Wikipedia. Lo paradójico es que en la entrada de Wikipedia dedicada al caso Pascagoula se explica claramente que el único que finalmente se sometió a la prueba del polígrafo fue Charlie Hickson.

“As noted above, both Parker and Hickson volunteered to take polygraph exams to prove their stories. In the end, only Hickson did so, and the examiner determined that Hickson believed the story about the UFO abduction.” (“Como se menciona arriba, tanto Parker como Hickson se ofrecieron voluntariamente para pasar el test del polígrafo con el fin de verificar sus relatos.

Al final, solo Hickson lo hizo y el examinador determinó que Hickson creía en la historia de la abducción de los ovnis.”)



En este blog se menciona que Parker y Hickson se sometieron al test del polígrafo. No es cierto, solo Hickson pasó la prueba. En una de las fuentes citadas en el mismo artículo (Wikipedia) se explica claramente que solo fue Hickson quien pasó el test del polígrafo.

Es decir, el nivel de investigación, en este caso específico, fue tan pobre que ni siquiera les dio para leerse la entrada completa de Wikipedia, efectivamente, el diablo está en los detalles…

En este mismo artículo, existe otra mentira relacionada al testimonio de Calvin Parker. Se afirma que, gracias a una sesión de regresión hipnótica, Parker se retractó de su afirmación inicial de haberse desmayado y que, gracias a esta sesión de hipnosis, recordó haber sido examinado por una mujer extraterrestre (ver imagen de abajo).

Una vez más, estas son imprecisiones producto de un paupérrimo nivel de investigación sobre el caso Pascagoula. Las declaraciones de Parker sobre su no desmayo y sobre su encuentro con una mujer alienígena no son producto de ninguna sesión de hipnosis sino que son parte de un video de muy bajo presupuesto producido en 1993 y titulado “The Alien Connection, The Calvin Parker Story” (La conexión alienígena, la historia de Calvin Parker) en el que Parker da su testimonio.

Los Divulgadores hemos transcrito el video completo y Parker no menciona en ningún momento una sesión de regresión hipnótica.

Calvin Parker, según sus propias declaraciones, no recordó los detalles de la abducción gracias a una sesión de hipnosis sino que decidió no revelarlos hasta 1993 por motivos personales.

En esta entrega final sobre el caso Pascagoula examinaremos, en detalle, el controversial testimonio de Calvin Parker.

Hecha la aclaración necesaria, pasemos al tema de esta entrada.


En este blog de habla hispana, se menciona que Calvin Parker se sometió a una sesión de hipnosis en la que recordó detalles relacionados a su experiencia de 1973 que antes no había revelado. Entre ellos, la presencia de una mujer extraterrestre.

 Esto no es cierto, Parker no recordó esos detalles en una sesión de hipnosis sino que decidió no revelarlos por motivos personales. Finalmente, los reveló en un video producido en 1993.

Un vacío irreparable

En los años posteriores a la abducción, Parker y Hickson tuvieron otros contactos, supuestamente, con las mismas criaturas que los visitaron en octubre de 1973. Estos contactos, que revisaremos en el presente artículo, podrían ser reales o podrían ser indicios del irreparable vacío e incertidumbre que la experiencia que hemos decidido denominar como “abducción” suele dejar en un ser humano.

¿Quiénes son? ¿Para qué vinieron? ¿Por qué me sucedió esto a mi? ¿Debo preocuparme? ¿Volverán? ¿Qué fue lo que me hicieron?




Si explicamos el caso Pascagoula como una mentira o una exageración de la realidad maquinada por Hickson y Parker podemos eliminar estas interrogantes ya que ellos sabían que todo fue inventado. Sin embargo, si explicamos el caso Pascagoula de cualquier otra manera, el vacío existe porque los abducidos estan seguros de que algo extraordinario sucedió aunque no tengan los elementos necesarios para determinar la naturaleza del hecho.

Para poder validar la posibilidad de una mentira o de una farsa montada por Parker y Hickson necesitamos encontrar un móvil, un motivo.

Muchos debunkers, como Philip Klass, sostienen que Hickson y Parker inventaron la historia por dinero, apoyándose en la idea de que Charlie Hickson se había declarado en bancarrota meses antes de la abducción y que había sido despedido de su empleo anterior en el astillero Ingalls por haber negociado con las promociones de sus subordinados.

Según William Mendez, quien investigó el caso Pascagoula por más de cinco años, es cierto que Hickson se declaró en bancarrota. Su declaración de bancarrota fue aceptada por el sistema judicial norteamericano dos meses antes de la abducción, en julio de 1973. Desde ese entonces, las deudas de Charlie dejaron de existir.

Algunos debunkers sostienen que Charle Hickson inventó la historia de la abducción de Pascagoula para ganar dinero ya que estaba en bancarrota.

Lo cierto es que la bancarrota fue aceptada por el sistema legal norteamericano en julio de 1973. Desde ese entonces, Charlie dejo de tener deudas.

En el sistema judicial norteamericano, la declaración de bancarrota pasa por una serie de procesos de verificación antes de ser aceptada. Una vez aceptada la bancarrota, el solicitante es liberado de las deudas.

Para octubre de 1973, cuando sucedió la abducción, Charlie Hickson no necesitaba dinero para pagar deudas ya que estas habían sido eliminadas.

Sobre el tema del despido de su puesto en el astillero Ingalls, Hickson le contó a Mendez que él no fue despedido sino que renunció debido a fricciones dentro del ambiente laboral. Según Charlie, los otros jefes del astillero Ingalls veían que los subordinados de Charlie ascendían más rápidamente y eso generó celos profesionales y fricciones. Hickson mencionó que su renuncia fue oficialmente presentada a Mike Mc Dowell, el administrador del astillero Ingalls en ese entonces.

Además, Calvin Parker y Charlie Hickson no hicieron dinero con su caso. Parker dejó de hablar de la abducción por casi veinte años para reaparecer en un video de humilde presupuesto realizado en 1993, que no fue precisamente un éxito de ventas y que revisaremos líneas más adelante. Hickson, como bien explica William Mendez en 1983, tampoco hizo dinero con el caso:

“Charlie solo ha aparecido dos veces en talk shows de televisión nacional, y esos shows habitualmente pagan poco más que los gastos del invitado. Las conferencias que Charlie ha dado en iglesias, escuelas, y otras asociaciones, públicas y privadas, algunas veces le han generado una prima de unos pocos cientos de dólares por dar la conferencias.

Algunas de estas organizaciones solo han pagado sus gastos, otras no han pagado nada. El número total de apariciones pagadas que Charlie ha hecho en los últimos nueve años (de 1974 a 1983) no pasa de cuarenta, incluyendo aquellas en las que la “paga” consistía solamente en sus gastos de viaje y de alojamiento.”

Charlie Hickson explicando los detalles sobre su abducción del 11 de octubre de 1973.

“Para todas las entrevistas, escritas, filmadas o grabadas, Charlie, prácticamente, no ha recibido nada. Creo que una compañía canadiense de películas le dio unos pocos cientos de dólares por una entrevista filmada…

Considerando el tiempo perdido en el trabajo inmediatamente después de la abducción y el tiempo perdido posteriormente, porque Charlie tomó tiempo libre para poder viajar y hablar en estas conferencias, él probablemente ha salido perdiendo a nivel financiero.” 

Quizás, la más clara señal de que en este caso no hubo ganancias significativas de dinero para los abducidos, es el hecho de que el ambicioso abogado Joe Colingo aceptó ser apartado del caso sin presentar una disputa legal. Colingo, como relatamos en la segunda entrega de esta serie, fue el abogado que el jefe del astillero Walker le consiguió a Parker y a Hickson para apoyarlos en temas legales.

Colingo fue despedido por Hickson, meses después de la abducción, debido a su desmedida ambición monetaria. Si hubiera habido dinero involucrado en el caso o incluso una posibilidad tangible de obtener dinero por la historia, el ambicioso Colingo no habría aceptado tan fácilmente el despido y como buen abogado habría dado batalla legal para no perder su pedazo del pastel.

La fama tampoco es un móvil consistente en el caso Pascagoula. En los primeros diez años después de la abducción, al margen de las entrevistas realizadas en la semana del 11 de octubre de 1973, Hickson solo apareció dos veces en televisión nacional y Parker se mantuvo alejado de los medios de comunicación.

Un detalle importante sobre el tema de la fama es que, según Mendez, en una de las primeras entrevistas para televisión, realizada a pocos días de la abducción, Parker y Hickson dieron sus declaraciones de espaldas a la cámara.

Entonces, si no fue ni por dinero ni por fama, ¿qué podría haber motivado a estos hombres a mentir o a exagerar la realidad con conocimiento de causa?

A la izquierda, Charlie Parker con cuarenta y dos años. A la izquierda, Calvin Parker con diecinueve años. Esta fotografía fue tomada dos semanas después de la abducción, a finales de Octubre de 1973.

Todo indica que Parker y Hickson no mintieron. No existe un móvil que explique el por qué de una mentira o una exageración de los hechos.

Ellos estaban seguros de que vivieron algo extraordinario e inexplicable. Sus mentes definieron la experiencia como un contacto extraterrestre pero no tenemos como determinar la verdadera naturaleza del hecho.

Ante esta situación, ¿es suficiente negar la naturaleza extraterrestre del incidente o se hace necesario tratar de entender qué sucedió?

En este punto, los pseudoescépticos y algunos escépticos muestran una lamentable falta de interés por la condición humana. No basta con afirmar “no importa si mintieron o si fueron victimas de una broma o si vieron un avión experimental militar o si estaban borrachos, el hecho es que no fueron abducidos porextraterrestres”.

Esto no es suficiente porque no elimina la incertidumbre que persiste en las mentes de Charlie Hickson y Calvin Parker. No resuelve las interrogantes que una situación de este calibre puede crear.




Ante situaciones extraordinarias de cualquier índole, algunas personas necesitan encontrar un sentido o una explicación al suceso para procesarlo y seguir con sus vidas. Las experiencias de post-abducción de Parker y Hickson pueden ser intentos desesperados por encontrar una explicación positiva a lo ocurrido la noche del 11 de octubre de 1973. Un explicación que les devuelva la paz…

Empecemos por las experiencias post-abducción de Charlie Hickson.
El regreso del ovni de Pascagoula

El investigador William Mendez, autor de “UFO, Contact in Pascagoula” (“Ovni, Contacto en Pascagoula”), nos cuenta que Hickson tuvo tres supuestos contactos con el mismo tipo de ovni que observó en octubre de 1973. El último de estos tuvo como testigos a varios miembros de su familia.

Charlie Hickson reflexionando en uno de los bosques cercanos a Pascagoula.

La primera experiencia post-abducción de Hickson sucedió en Enero de 1974 mientras este se encontraba cazando ardillas en un pequeño bosque cercano a la ciudad de Gautier, a pocos kilómetros de Pascagoula. Charlie relata su experiencia al investigador Mendez:

“La escopeta estaba encima de mis piernas. Acababa de comerme un sandwich y una naranja cuando se hizo evidente que no nada se movía a mi alrededor. Ni siquiera las aves, eso parecía realmente extraño.

 Luego los vi. La misma nave que Calvin y yo habíamos visto antes, estaba flotando sobre el suelo a una distancia de alrededor de setenta metros en un claro del bosque. Antes de que pudiera pensar un mensaje de ‘radio’ llegó a mi mente: ‘No queremos hacerte daño. No queremos hacerle daño a nadie. Puedes comunicarte con nosotros después. Has resistido. Has sido elegido. No tienes que tener miedo, nos comunicaremos de nuevo”. La ‘radio’ se apagó, la nave se fue. Yo no me había movido.”

El efecto que Charlie denomina como la “radio” es una especie de comunicación mental o telepática, a través de la cual, supuestamente, estos seres le enviaban mensajes.

Este contacto fue revisado durante una sesión de hipnosis realizada por el Dr. Kraus en la que Mendez estuvo presente. Los hechos descritos por Charlie a William Mendez y los hechos descritos por Charlie durante la sesión de hipnosis son similares y no tienen diferencias significativas.

Charlie Hickson durante una de las sesiones de hipnosis con el Dr. Kraus.

La promesa del retorno

La segunda experiencia post-abducción de Hickson sucedió una noche de febrero de 1974. Charlie se encontraba durmiendo cuando los ladridos de un perro, que parecían provenir del jardín detrás de su casa, lo despertaron:

“Mientras caminaba detrás de la casa hacia el área de madera, yo vi que el perro corría como si alguien lo estuviera persiguiendo. De pronto, la ‘radio’ se encendió de nuevo:

 ‘Tienes que decirle al mundo que no queremos hacer daño. Tu mundo necesita ayuda. Nosotros ayudaremos en el futuro antes de que sea muy tarde. Tu aún no estás preparado para entender. Regresaremos pronto’. La ‘radio’ se apagó. No había nada más que un cielo limpio lleno de estrellas. Me quede ahí varios minutos pero ese fue el final del mensaje.”

Esta segunda experiencia también fue relatada por Charlie durante una sesión de hipnosis con el Dr. Kraus. Durante la hipnosis, Mendez y Kraus trataron de averiguar más sobre el supuesto mensaje extraterrestre pero Charlie se negó diciendo que no podía contarles más.

Luego, Charlie relató que mientras era interrogado durante la sesión de hipnosis, vio, con los ojos cerrados, una luz blanca intermitente muy cerca a su rostro. Kraus y Mendez le preguntaron si alguien le había dicho que no revelara más detalles sobre el mensaje y Charlie respondió que cuando él dijo “No puedo contar más” fue como si alguien le estuviera pidiendo que no hablara sobre lo sucedido.

Este mensaje tiene otra particularidad, los supuestos extraterrestres prometieron regresar pronto. Al parecer, lo hicieron en menos de tres meses. En todo caso, eso es lo que sostienen Charlie, su hijo, su esposa y tres testigos más.

Charlie Hickson en el jardín que se encuentra detrás de su casa. En este jardín tuvo lugar su segunda experiencia post-abducción en enero de 1974.
Una experiencia familiar

El 12 de mayo de 1974, Charlie tuvo su última experiencia post-abducción.

Charlie, su esposa Blanche, su hijo Curt de doce años, su hija Tisha de 20 meses, su hija Sheila con su esposo Kenny, y el hermano menor de Kenny se encontraban en el vehículo de Kenny recorriendo la carretera 67 en dirección a Ocean Springs cuando Charlie vio que una luz los estaba siguiendo.

La luz se fue acercando y Charlie observó como Sheila le señalaba la luz a Kenny. Charlie le hizo señales a Blanche y a Curt indicándoles la luz. La luz se acercó hasta estar en paralelo con el vehículo y luego los rebasó. Kenny, quien conducía el vehículo, se detuvo a pedido de Charlie.

 El objeto descendió ligeramente sobre la carretera y se colocó frente a Charlie y su familia, flotando en el aire. Charlie relató su experiencia al investigador William Mendez:

“Blanche estaba gritando y temblando. Ella había alterado a Tisha, quien estaba llorando. Kenny había detenido el carro y estaba tratando de salir del mismo. Blanche se puso histérica cuando la nave cruzó la carretera, se puso al lado derecho del vehículo y bajó cerca al suelo.




El área entera alrededor del lugar en el que la nave descendió estaba bien iluminado (por las luces que el ovni tenía en la parte de abajo). La nave estaba a noventa metros de distancia, era muy grande, medía treinta metros y tenía una ventanas a lo largo (de su perimetro).

Blanche se sostenía de mí y gritaba. Ella no me dejaba salir. Yo decía: ‘Yo debo ir, los seres están a bordo, debo encontrarme con ellos.’ Los niños estaban asustados pero no histéricos: ‘Papá, no vayas, mamá se pondrá mal.’ Esta era la oportunidad que había estado esperando, encontrarme con los seres que, seguramente, estaban dentro de esa nave.

Luego, la ‘radio’ se encendió: ‘Puedes irte, habrá otrá oportunidad, otro lugar’. La ‘radio’ se apagó. ¿Cuándo se terminaría todo esto? ¿Qué es lo que esas criaturas tenían que decirme? y ¿cuánto tiempo pasaría hasta que me pudiera comunicar con ellos?”


Blanche Hickson, esposa de Charlie Hickson, fue testigo de la tercera experiencia post-abducción de Charlie Hickson.

Kenny quiso reportar el hecho a la Base Aérea Keesler pero Charlie lo convenció de que no serviría de nada. Blanche quedó tan afectada que incluso días después siguió llorando de miedo al recordar el hecho.

En agosto de 1974, William Mendez entrevistó a todos los testigos del incidente. Kenny relató lo mismo que Charlie. El vio a un objeto ovalado con una línea de ventanas iluminada flotando silenciosamente encima de las copas de los árboles.

Blanche declaró haber visto una luz grande que parecía descender sobre la carretera. Según su relato, ella solo vio hasta el momento en el que la luz estuvo muy cerca del suelo porque luego, debido al miedo, dejó de observar. Blanche le confesó a Mendez que ella creyó que las mismas criaturas que habían abducido a su esposo ahora venían por ella y por sus hijos.

Sheila, la hija de Charlie, se dejó llevar por la curiosidad y observó fijamente al objeto volador cuando este se acercó al vehículo. Ella recordó que el ovni iluminó el suelo cuando descendió sobre la carretera. Su descripción del ovni y de los hechos coincide con lo descrito por los demás testigos.

Curt, el hijo de doce años de Charlie, observó al objeto varios minutos antes que la mayoría de testigos cuando el ovni se fue acercando desde la parte trasera izquierda del automóvil.

También en agosto de 1974, el investigador Mendez visitó la zona de la carretera 67 en la que ocurrió el hecho. Mendez comprobó que en esa zona, la carretera ofrecía un panorama claro sin obstáculos que pudieran haber obstruído la visión de los testigos.

Charlie Hickson con su hijo Curt en el lugar en el que observaron al ovni flotando frente al vehículo.

Como en los episodios anteriores, el Dr. Kraus realizó varias sesiones de hipnosis con Charlie para tratar de recolectar información adicional sobre el suceso. Charlie, como en todas las sesiones anteriores, revivió la experiencia con dosis fuertes de realidad.

El único detalle que cabe destacar es que en las sesiones de hipnosis Charlie no mencionó el mensaje de “radio” con la promesa de retorno de los seres: “Puedes irte, habrá otrá oportunidad, otro lugar”.

Charlie Hickson, no volvió a ser visitado por los seres que lo abdujeron y tampoco volvió a observar objetos voladores no identificados ni recibió más mensajes mentales. En todo caso, si algo de esto volvió a suceder, Charlie no lo hizo público.

Hickson murió en el 2011, probablemente, sin una explicación definitiva de lo que sucedió la noche del 11 de Octubre de 1973. Sus experiencias post-abducción, reales o no, son una muestra del estado de desesperación en el que lo sumió la incertidumbre:

“¿Cuándo se terminaría todo esto? ¿Qué es lo que esas criaturas tenían que decirme? y ¿cuánto tiempo pasaría hasta que me pudiera comunicar con ellos?”

Lo más probable es que las dos primeras experiencias post-abducción de Hickson hayan sido obra de su mente tratando de eliminar la incertidumbre y, de paso, encontrarle un sentido positivo a su abducción original. La tercera experiencia es más compleja pues involucra a varios miembros de su familia.

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