Un historiador de investigación ha descubierto recientemente la información que pueda demostrar que el antiguo filósofo Platón decía la verdad acerca de la asignación de los territorios ancestrales de los “dioses” de la edad de oro de la civilización.
Esta no es la primera vez que uno de los escritos de filósofos antiguos se han encontrado para ser verdad. Historias que antes se consideraban mitos de Homero fueron encontrados para comprobar que eran verdad cuando, en 1871, el aficionado arqueólogo alemán Heinrich Schliemann descubrió la mítica ciudad de Troya.
En la obra de Platón titulado “Cretias” él escribió acerca de la edad de oro de la civilización cuando a los hijos de Dios les fueron asignados territorios para administrar, poblar y vivir en paz con sus vecinos. Una parte del texto de Platón sigue:
… “En los días de los antiguos dioses tenían toda la tierra distribuida entre ellos por asignación. No hubo peleas, porque no se puede suponer con razón que los dioses no sabía lo que era propio de cada uno de ellos tienen o, sabiendo esto, que se trataría de procurar para sí mismos afirmación de que lo que más propiamente pertenecía a otros.
Ellos, todos ellos con sólo prorrateo, obtenido lo que querían y pobló sus propios distritos, y cuando los había poblado que nos tendieron, sus lactantes y posesiones, como los pastores cuidan a sus rebaños, con la sola excepción de que no hizo uso de golpes o fuerza corporal, como hacen los pastores, pero nos rigen como pilotos de la popa de la embarcación, que es una forma fácil de guiar a los animales, la celebración de nuestras almas por el timón de la persuasión según su propio placer, por lo que tuvo que guiar a todos los seres mortales.
Ahora, los diferentes dioses tenían sus asignaciones en diferentes lugares que se fijen en orden. Hefesto y Atenea, que eran hermano y hermana, y surgió de un mismo padre, que tiene una naturaleza común, y estan unidos también en el amor a la filosofía y el arte, ambos obtenidos como su porción común esta tierra, que es una adaptación natural de la sabiduría y virtud, y allí se implantaron los niños valientes de la tierra, y pusieron en sus mentes el orden de gobierno, cuyos nombres se conservan, pero sus acciones han desaparecido a causa de la destrucción de los que recibieron la tradición, y el curso de los siglos ” …
Estos territorios ancestrales fueron descubiertos por Arthur Faram después de volver a descubrir la antigua ciencia de la Geoglyphology. Durante los últimos años, Arthur ha estado usando esta antigua ciencia para seguir los movimientos y los territorios de las antiguas civilizaciones que se remontan a 10.000 antes de Cristo, que, según los antiguos filósofos griegos era en la época de la Edad de Oro de la Civilización.
Las conexiones entre los territorios se han encontrado en investigaciones anteriores, sin embargo, no fue hasta hace poco que los territorios no adyacentes habían sido atados entre sí. Esta conexión se realiza cuando el recién descubierto, y previamente no documentado, las pirámides de Java Oriental, Indonesia estaban atados geométricamente a los territorios estudiados previamente que componen Norte, Centro y Sur América.
Las Pirámides Lalakon Sudahurip de Java Oriental se encuentran dentro del territorio previamente descubierto japonés. Ese territorio parece haber sido asignado a Japón, y está delimitada por los japoneses con la Pirámide de Yonaguni. Lo que une estos territorios juntos es el hecho de que las pirámides de Indonesia se encuentran dentro del territorio japonés, pero su alineación, obviamente, une todos los territorios juntos, a través de miles de kilómetros de océano.
La investigación actual está revelando que estos territorios existen por toda la faz de la tierra y no se superponen. Este solo hecho demuestra una coordinación en todo el mundo, miles de años atrás, para dividir la tierra en las regiones geográficas.
Este descubrimiento viene de la mano de muchos otros descubrimientos recientes que están diciendo al mundo que nuestra historia pasada es muy diferente de lo que habíamos imaginado.
