sábado, 30 de marzo de 2019

Los Trastornos de la Personalidad y las Peligrosas Entidades Astrales ( y II)

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Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de culturas hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión cercana a la Tierra.

Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de los muertos, habitado por aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes o egoístas.

Afligidos por el ansia de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su apego a ingenuos y necesitados individuos Terrestres.

Y así, se disfrazan de guías o maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos mentales son tan rápidos como maquiavélicos; sus ansias vampíricas de energía humana no tienen límites.

Estos espíritus descarnados o, en términos Tibetano-Budistas, los pretas o fantasmas hambrientos, son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo.




Esclavizados de esta forma, la personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo, su memoria y su individualidad. He aquí el término alma perdida, una entidad residual que no es más que un cuerpo astral en espera. Se condena a sí mismo a morir; ha elegido una segunda muerte.

En su libro,”El Cuerpo Astral”, el teniente coronel Arthur E. Powell asevera que las entidades que se reúnen alrededor de los médiums o personas sensitivas son gente que ha llevado una vida maligna y que se hallan llenos de deseos por la vida terrestre que han dejado atrás, y por las delicias animales que ya no pueden saborear directamente. [The Siren Call of Hungry Ghosts, Joe Fisher, Paraview Press, 2001]

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Hoy en día, mucha gente arrastrada por la curiosidad y/o por la necesidad de una confirmación sobre la existencia del más allá o por la búsqueda de soluciones a sus vidas, entran en contacto con supuestos guías o maestros ascendidos, entregando así, a seres invisibles, su independencia mental, emocional y espiritual.

A causa de la ignorancia, las personas que practican el espiritismo, la canalización o que simplemente meditan pidiendo ayuda a un guía, se convierten en presas fáciles de los fantasmas hambrientos de los que habla Joe Fisher en su libro.

Sin mencionar el hecho de que el sistema hiperdimencional de control utiliza estos medios para subyugar a aquellos con posibilidades de despertar, tenemos el problema de que las personas ingenuas e ignorantes no sólo atraen a espíritus descarnados o sea, entidades que alguna vez han ocupado un cuerpo humano sino que también atraen a otro tipo de entidades, que nunca han sido humanos y que se conocen comúnmente como entidades oscuras o demonios.

Están también quienes practican la Magia cualquiera sea su forma, nombre o color, cualquier tipo de magia es una invitación para dichas entidades. No existe tal cosa como la magia negra, blanca, étc. Es en realidad lo mismo.

El verdadero buscador de la verdad espiritual sabe muy bien que la magia atenta contra el orden natural de las cosas y que aquellos que la practican son alimento de todo tipo de entidades, especialmente de las de la cuarta densidad servicio a sí mismo, sin mencionar que además, entregan su alma a fuerzas oscuras a cambio de favores, lo que los sumerge en un remolino que los hunde cada vez más hacia el servicio a sí mismo.

Al morir, estas personas se encuentran ante la terrible situación de verse atrapadas por las entidades oscuras que las esperan para darles la bienvenida en un verdadero infierno de esclavitud y servidumbre.

Aquellos que practican la canalización deberían leer todo el material posible al respecto antes de siquiera empezar a experimentar, además de estudiar muy bien sobre la variedad de seres que habitan en los reinos invisibles.

Invocar a verdaderas entidades espirituales de altas esferas de conciencia no es tarea para cualquiera, ya que se requiere de mucha preparación, es decir, de una verdadera voluntad por conocer el universo o sea, al Creador y de llegar a la verdad.

A este respecto hay muchísima información en el Material de los Casiopeos, que aunque se trata de un proyecto que incluye la comunicación superluminal, ésta NO es de ningún modo la actividad principal, sino que la autora del experimento Casiopeo ha dedicado años de estudio e investigación en TODAS las áreas del conocimiento humano.

El estudio y la Investigación son la base de dicho experimento, no la canalización que es más bien, una herramienta y no la meta final. Laura Knight Jadczyk ha experimentado en el campo de la liberación de entidades, como hipnoterapeuta profesional, y además ha creado su propia teoría en cuanto a la canalización de entidades de una conciencia superior.

En “Abre la Mente y Busca” comenta: 

“Hoy en día, está de moda canalizar al “yo superior” o a los “guías espirituales”, enviar amor y luz sin haber sido solicitado, (abriendo, de esta forma, un portal bi-direccional en donde las energías negativas que uno busca “transformar” pueden rebotar hacia el que las envía), etc.

Sin conocimiento y habilidad para discernir, uno se halla sujeto, no sólo a los caprichos de las entidades de paso que escuchan la llamada, sino también a las leyes cósmicas, las cuales son abismalmente ignoradas por la mayoría de los seres humanos.

Algunos se “rodean a sí mismos con luz”, o rezan y especifican en sus invocaciones, “por mi bien”. Lo que no se dan cuenta es que esto constituye realmente un permiso y una invitación para cualquier entidad descarnada que realmente cree que se halla actuando “por tu bien” en su propio plano de pensamientos anhelantes y fijación de su ego terrestre.

Tengan en cuenta que no estamos hablando de posesión demoníaca. Eso es algo totalmente diferente, aunque sigue las mismas reglas. Estamos hablando de la variedad que habita en el jardín de los bien intencionados sujetos difuntos que vagan en los planos astrales inferiores debido a su ignorancia o a alguna clase de afinidad hacia la Tierra.

Como Edgar Cayce comentó: Un Presbiteriano muerto es sólo eso: ¡Un Presbiteriano muerto!” 

[Laura Knight Jadczyk, El Experimento Casiopea, y Splitting Realities] Tener lo siguiente en cuenta, nos ahorra muchos problemas.

Pero volviendo al tema de las entidades parasitarias, en la primera parte de este trabajo hemos dicho que éstas succionan la energía de sus huéspedes. Esto no significa que una EAP sea la causa de una permanente falta de energía.

Puede ser una de las tantas razones, por lo cual es necesario que el individuo se asegure primero que no son otras las causas (Ej: Yendo al médico para un chequeo completo, cambiando los hábitos alimenticios, desarrollando una actividad física o intelectual de agrado, étc).

Claro está que, el que haya una manifestación física de los síntomas, no significa que se deba descartar la posibilidad de que se trate de una entidad, sino que por el contrario, puede que sea una entidad la causante del problema físico. Pero cada caso es diferente y requiere de un seguimiento individual.

Es interesante recalcar que, de acuerdo a la lectura seria disponible sobre el tema, los médiums experimentan grandes pérdidas de energía e incluso su salud física, claridad mental y emocional se ven deterioradas como resultado del contacto con entidades del más allá lo que es una clara muestra de que éstas se alimentan de la energía vital de los seres vivos.

Hay que recordar que, no importa quién sea la entidad si un amigo, familiar, amante, étc. o cuáles sean sus intenciones si lo hacen por amor o por el bienestar del otro, o por brindarle compañía, apoyo, étc. las EAPs son parásitos que impiden la realización del individuo, absorben su energía, llegando incluso a producir la enfermedad física o mental y hasta en algunos casos- la muerte prematura.

Las EAPs influyen en la vida de una persona pudiendo llegar a impedirle que cumpla con el plan realizado durante la etapa entre vidas. Esto genera enormes deudas Kármicas.

Sin embargo, las EAPs, más exclusivamente, los espíritus de seres humanos difuntos, son almas confundidas que necesitan ayuda para poder ver su situación. El rol del terapeuta es ayudarlas a encontrar su camino, tratando en la medida de lo posible, de resolver lo que los aqueja para poder desbloquear la energía que los mantiene atados al plano terrestre.

Por lo tanto, los viejos métodos de exorcismo no producen más que daño y en muchos casos, más confusión y dolor. “Liberando a los Cautivos – Louise Ireland-Frey” en su libro “Freeing the Captives”, explica que un acercamiento más suave, persuasivo, incluso con entidades fuertes y del tipo demoníacas, ha dado resultados positivos.

Ella dice: Entre los dos extremos [el de un acercamiento al estilo el exorcista y el estilo más terapéutico] se halla el del desafío, en donde el terapeuta es el que desafía, manteniendo a la entidad obsesiva en un modo defensivo, mediante el uso de preguntas y palabras fuertes, a la vez que mantiene un marco mental firmemente compasivo.

Estos métodos son útiles en muchos casos pero no cuando se trata de fuertes entidades oscuras, cuyo propio empuje verbal puede ser devastador para un terapeuta meramente humano haciéndole perder el equilibrio y permitiendo a la entidad oscura tomar la iniciativa.




Sin embargo en el caso de estas entidades oscuras, se necesita más de una persona para tratarlas, y muchas veces requiere tiempo. De acuerdo a Laura Knight Jadczyk, el hecho es que la víctima es, generalmente, incapaz de funcionar sin ellas si han estado presentes por un largo tiempo. La tasa de recaída con entidades de este tipo es alta, no importa lo que hagas.

Laura escribe:

“La otra noche, C** y yo estábamos discutiendo por teléfono, la complejidad de la intrusión astral y el potencial que tiene para producir profundísimos efectos en la vida de cualquiera. Ella se sorprendió un poco por las cosas que le dije, por lo que me di cuenta de que tal información, a pesar de hallarse ampliamente disponible para el practicante de la hipnoterapia, pareciera ser conocida sólo de una forma limitada por el individuo promedio, aún para una persona con una base fuerte y sólida en el estudio de la metafísica.

Hay una considerable cantidad de textos que han sido escritos sobre la materia, la mayoría producidos por la investigación y no por la canalización ni por conjeturas filosóficas. Muchos de los investigadores en este campo han sido psicólogos, psiquiatras, doctores en medicina, y hasta cierto punto, sacerdotes con una preparación médica o psicológica.

Me parece claro que las ideas de que tú creas tu propia realidad de acuerdo a aquello en lo que te concentras, así es que no consideres nada que no desees crear ha causado muchos problemas a una gran cantidad de buscadores del camino, impidiéndoles descubrir muchas de las cosas que les posibilitaría desenterrar las barreras que se interponen hacia el progreso.

Aprender algo, investigar, no es lo mismo que crear. La afección de la interferencia o intrusión astral o posesión, es casi universal en la población humana. Los practicantes de la psicoterapia y la hipnoterapia han descubierto casi la misma frecuencia de esta dolencia.

Si la intrusión astral es una afección tan común y es la raíz de tantos males sociales, debe ser estudiada y entendida. Es esencial que se haga a la gente consciente de que ésta existe y que más profesionales, en el campo de la salud mental y también en las profesiones clericales, reciban entrenamiento de las técnicas apropiadas para aliviar esta aflicción. Se deben descartar los mitos y las supersticiones sobre los espíritus y las posesiones, cuyo término más apropiado es el de intrusión astral.

La literatura existente sobre la intrusión astral se ha desarrollado tras muchos años de experiencia clínica entre algunos pioneros en los campos de la psicología y la psiquiatría, entre los que se encuentran el Dr. Carl Wickland, Dr. Edith Fiore, Dr. Joel Whitton, Dr. William Baldwin todos ellos entrenados científicamente. Hay miles de casos que han sido estudiados y trabajados por medio de la experimentación.

Cuando estaba aprendiendo la metodología, no informaba a ninguno de mis pacientes que iba a hacerles un par de preguntas en algún momento dado, diseñadas para identificar a las entidades parasitarias. En realidad, tenía mis sospechas sobre la afirmación de que mucha gente sufría de esta forma.

Pero al mismo tiempo, sabía que la hipnosis, la psicoterapia, y otros métodos estándar con frecuencia demostraban ser obsoletos o sólo funcionaban por un período de tiempo antes de que el proceso de extinción se iniciara. Esta extinción formaba parte de la teoría de un psiquiatra Suizo que trabajó mucho con la hipnoterapia, y que se dio cuenta de que los pacientes sometidos a sesiones intensivas, aún cuando demostraban un éxito inicial maravilloso, eventualmente recaían.

Yo experimenté el mismo problema con mis sujetos. Pero después de mis primeras sesiones de liberación de entidades, que seguían técnicas bastante específicas, la tasa de recaídas pasó a ser casi nula. La condición de posesión espiritual o sea, la toma de control parcial o absoluta de un ser humano por una entidad descarnada- ha sido reconocida o al menos, se ha teorizado sobre ella, en todas las eras y todas las culturas. En el 90% de las sociedades alrededor del mundo, hay reportes sobre fenómenos de posesión. (Foulks, 1985).

Una cantidad numerosa de evidencia contemporánea sugiere que seres descarnados, los espíritus de humanos difuntos, pueden influir sobre las personas vivas formando una conexión o apego físico o mental, imponiendo, posteriormente, síntomas y aflicciones físicas o emocionales perjudiciales.

Esta dolencia ha sido llamada “el estado de posesión”, “Desorden de posesión”, “Síndrome de posesión de entidades”, “entidades obsesivas” o “intrusión astral”. (Hyslop, 1917; Wickland, 1924; 1934; Allison, 1980; Guirdham, 1982; Crabtree, 1985; Fiore, 1987)

Mi propia experiencia es que desde que aprendí el método de diagnóstico diferencial, nunca he tenido un paciente que NO tuviera alguna entidad intrusa de una forma u otra. Y en verdad, si se discute el tema antes de la sesión, algo que he hecho en ocasiones después de pasar un largo período verificando la hipótesis, aquellos que niegan la posibilidad con más vehemencia, ¡son, generalmente, los que tienen las entidades más obstinadas y profundamente arraigadas!” [Laura Knight Jadczyk, Splitting Realities]

Como hemos dicho antes, ignorar el tema no contribuye a que la situación mejore. Es importante recordar lo siguiente:

La Intrusión Astral es una violación del libre Albedrío. También parece refutar la noción tan difundida de que cada persona es totalmente responsable de crear su realidad y que no hay víctimas. El conflicto existe a causa de la falta de conocimiento. Y de acuerdo al lema de Los Casiopeos:

“El conocimiento protege, la ignorancia nos pone en peligro”

Por último recuerden que:

En la ignorancia y la negación de la posibilidad de la intrusión astral, no hay búsqueda del conocimiento sobre las definiciones del permiso y la elección del libre albedrío. La negación de la existencia de la intrusión astral no es una defensa contra la misma, y en verdad, constituye una aceptación tácita del engaño mediante la adopción de la ilusión.

Con un conocimiento si es que hay algún tipo de conocimiento limitado y percepciones distorsionadas de la naturaleza del mundo espiritual, la realidad no física, muchas personas dejan la puerta abierta y crean sus propias vulnerabilidades como parte de la idea de que tú creas tu propia realidad.

Artículo de Maria Berletta. (1)

Más información acerca de Peligrosas Entidades Astrales y el Trastorno de Personalidad en:
Realidades Hiperdimensionales
Casos de Hipnosis en Desorden de Personalidad Múltiple

Fuentes de Referencias:
Berletta, María. “Transtornos Disociativos de Identidad o Personalidad Múltiple” [web en línea]
Laura Knight Jadczyk. “Abre la Mente y Busca” The Wave Book 2 – Hackers del Alma

El Bajo Astral y Sus Habitantes

El Bajo Astral, entendido generalmente como el séptimo de los siete subplanos del mundo astral, es una dimensión llena de energías terribles en que pululan sombras, demonios, espíritus de suicidas, asesinos, violadores, magos negros y, según dicen algunos, animales…

Resulta complejo explicar lo que es el plano astral. Para hacerlo es necesario empezar por el hecho de que en el Universo “todo vibra”, y esto se da tanto en el plano de la materia-energía que es objeto del conocimiento científico, como en planos o estados más sutiles en donde son otras las partículas, la energía y las leyes de causalidad.

En este contexto, el plano astral no es un estado de conciencia o un espacio concreto, sino una dimensión. A su vez, este plano se divide a su vez en siete subplanos y cada uno de ellos tiene sus propias particularidades.

El séptimo subplano del Astral, conocido como Bajo Astral, es el más bajo, siniestro y peligroso de todos: la brujería, las maldiciones, la llamada “mala suerte” y algunas extrañas enfermedades, encuentran en éste subplano la fuente de su energía.




Una persona, a lo largo de su vida, puede ascender o descender dentro de los subplanos astrales, en función de la mayor o menor densidad de sus vibraciones energéticas. Así, las vibraciones más densas están vinculadas con los sentimientos, pensamientos y actos más bajos, mundanos, viles, malintencionados, etcétera.

Contrariamente, los pensamientos elevados se asocian a sentimientos, pensamientos y actos de naturaleza opuesta, y conducen a la persona a vincularse con los subplanos astrales más elevados.

De los siete subplanos del mundo astral, el séptimo es el único que podría ser considerado como una especie de infierno; y, de hecho, según la Teosofía es este, vivido de forma diferente según las creencias y pensamientos de los sujetos, el subplano que ha dado lugar al mito cultural del infierno, entendido como un lugar de castigo generalmente concebido como eterno.

Es en el séptimo subplano donde se manifiestan las peores energías espirituales: la energia del odio, del rencor, de la ira, del egoísmo más crudo, de las tendencias homicidas, de las más retorcidas perversiones, del vicio incontrolable, etcétera…

A este subplano van a parar los borrachos incorregibles y los drogadictos desmesurados, los asesinos, los ladrones, los violadores, los genocidas, los estafadores, los narcotraficantes, los maltratadores, etcétera…

Este tipo de seres, vagan por el séptimo subplano en medio del sufrimiento y generalmente también en medio de la confusión, intentando, cuando pueden, satisfacer sus bajos deseos captando a alguien en el mundo físico para, a través de algún mecanismo parasitario, satisfacerse…

Por su parte, el sexto subplano es menos denso y no está habitado por espíritus y entidades malas (en el sentido moral) sino meramente materialistas. De ese mismo modo, a medida que se asciende, los subplanos se vuelven menos densos, más buenos y con mejores habitantes.

Sin embargo, tanto el séptimo subplano como los primeros o los intermedios, no deben confundirse con el cielo, el infierno o algún otro lugar de morada permanente para el alma tras la muerte: no, pues son meras dimensiones de tránsito en las que el alma está por un periodo limitado de tiempo, pues posteriormente avanza al plano mental y después se reencarna.

Por último, cabe decir que el plano astral interpenetra a nuestra realidad, a la dimensión en que vivimos, y la influencia puede darse tanto desde nuestra dimensión hacia la astral, como desde la dimensión astral a la nuestra.

Cuando un mago negro utiliza el Bajo Astral con malas intenciones, puede crear entidades que ataquen a otros, causando depresión, confusión y, en algunos casos, la muerte… Ese tipo de cosas son factibles gracias a la materia del bajo astral, empleada de diversas formas por los hechiceros.

Para protegernos, podemos emplear rituales de protección, solicitar la ayuda de ángeles (sobre todo San Miguel), usar amuletos y efectuar contrahechizos. En casos difíciles, se recomienda orar, acercarse a Dios, mejorar nuestra conducta, espiritualizarnos…

Esto servirá porque dará fuerza y pureza a nuestra aura, haciéndonos inmúnes a la brujería, de modo que la mala energía volverá a quien la envió. En virtud de estos mecanismos, cuentan que muchos magos negros y brujas han perecido por enviar terribles maleficios a gente espiritualmente evolucionada, ya que las auras de estas personas no tienen fisuras y así el mal enviado le regresa al emisor…

Lastimosamente, lo que sucede con la energía que envían los magos negros, no sucede con las entidades que crean, pues a veces esas entidades se independizan del mago o quedan libres tras ser empleadas, atacando posteriormente a gente inocente…

Ahora bien, dos de los mejores métodos para elevar las vibraciones energéticas y protegerse son la música y los aromas, usados comúnmente en rituales de magia blanca…

Y es que estos elementos poseen el don de limpiar ambientes enturbiados por presencias malignas o energías enviadas por trabajos de magia negra. Particularmente, se recomienda encender sahumerios una vez al día, preferentemente al amanecer, junto con música que eleve las vibraciones y una pequeña campana (si es de plata, mejor) que haremos sonar por cada rincón de nuestra casa mientras sale el sol. Esto debemos repetirlo ininterrumpidamente por un mínimo de 15 días.

Habitantes del Bajo Astral

Durante el período intermedio entre una encarnación y otra, se da un proceso de purificación en el cual el Ego Superior (la parte que sobrevive de vida en vida) va, junto a la conciencia, pasando de un cuerpo sútil (el hombre tiene algunos cuerpos sútiles, siete en la mayoría de teorías) a otro, yendo del menos sútil al más sútil, y dejando atrás cada cuerpo sutil que abandona en el curso de esas transferencias, hasta finalmente no quedar sino sólo (o con el cuerpo causal según ciertas teorías) él, y la conciencia que volverá a activarse cuando se de la siguiente encarnación.

Ocurre sin embargo que, cuando el Ego Superior de alguien deja el cuerpo astral para pasar al cuerpo mental, el cuerpo astral la mayoría de veces se desintegra, aunque eso a veces no ocurre en casos de personas que, o bien han sido malas, o sin ser malas han tenido muy acentuada la presencia de “bajas pasiones y tendencias” (alcoholismo, violencia, envidia excesiva, drogas, adicción al sexo, etcétera).

En esos casos el cuerpo astral está demasiado vitalizado por esas energías negativas como para desintegrarse, a la vez que conserva suficiente energía psíquica (debido a que tiene algo de materia del cuerpo mental pegada) como para tener cierto grado de conciencia y autonomía.

 Aquel cuerpo astral que no se desintegró, constituirá una suerte de versión negativa del individuo, algo así como su lado oscuro desprendido…su sombra. Desgraciadamente y como ya se dijo, esa sombra preservará una pequeña porción del cuerpo mental del sujeto, y eso bastará para que pueda tener gran parte de sus recuerdos y pensamientos.

Todo lo anterior da cuentas de por qué, en las sesiones de espíritismo, los espíritus que se manifiestan son muchas veces sombras (los espiritistas muchas veces contactan con el séptimo subplano astral), y por qué abundan tantos testimonios de personas que ven a sus fallecidos como si éstos se hubiesen deteriorado moral y anímicamente.

Así mismo, lo anterior explica el comportamiento destructivo y parasitario de las sombras; pues, si éstas están constituidas por energías astrales (y un poco de energía del cuerpo mental) negativas, intentarán alimentarse de miedos, emociones y tendencias nocivas para de ese modo postergar en lo posible su inevitable proceso de desintegración…

El Cascarón

Existen dos clases de “cascarones”: el astral, correspondiente al cuerpo astral, y el etérico, que se corresponde con el cuerpo etérico, cuerpo este que es consustancial al aura entendida como fenómeno electromagnético.

El “cascarón astral” es el cadáver astral de un ser humano, y en él, a diferencia de la sombra, no existe partícula alguna de materia mental, por lo que no tiene consciencia, inteligencia o autonomía. Es un simple ente pasivo que flota como nube en el mundo astral, aunque puede ser animado por médiums o hechiceros, al punto de asumir la forma de un fallecido o de un vivo, suscitando así nefastos engaños…

Por su parte, el cascarón etérico es el cadáver que queda del cuerpo etérico tras el proceso de desintegración del cuerpo físico, aunque ventajosamente no ofrece las posibilidades de animación que ofrece el cascarón astral.

El Cascarón Vitalizado

El “cascaron vitalizado” posee el mismo grado de consciencia de un elemental artificial, entidad creada en virtud de lo que se denomina “forma de pensamiento”. Las formas de pensamiento están asociadas a pensamientos emitidos por sujetos, y en el caso del cascarón vitalizado, pueden haber sido creadas a partir de pensamientos malintencionados, proyectados con mucha energía y persistencia.

Así, formas de magia negra como el vudú y el obeah, crean cascarones vitalizados a partir de formas de pensamiento, pudiendo engendrar entes con un poder suficientemente grande como para matar personas. Por fortuna, se dice que el karma por crear cascarones vitalizados es terriblemente elevado.

Animales

Se cree que los animales capaces de sentir emociones (perros, delfines, monos, etcétera), esto es los animales más evolucionados, poseen cuerpos astrales, aunque mucho más débiles y simples que los cuerpos astrales humanos. Estos cuerpos astrales serían la causa de las diversas historias que existen sobre animales fantasmas.

Ahora bien: ¿por qué estos fantasmas animales están más que todo vinculados al bajo astral? Según refieren muchos expertos en el tema, cascadas de animales fantasmas surgen cada día en los mataderos de chanchos, vacas y otros animales que el hombre devora en embutidos, carnes empacadas y cosas por el estilo.

Y esos entes están, en opinión de los citados expertos, imbuidos en terror y odio hacia el hombre, por lo que pasan directamente al séptimo subplano… Esa es pues, según se dice, una de las principales razones espirituales por las que se recomienda ser vegetariano; ya que, la energía que esos animales producen en el mundo astral, nos perjudica aunque no lo notemos.

Suicidas y víctimas de accidentes

Se cree que ambas clases de fallecidos suelen afrontar una vida astral complicada.

Si la víctima del accidente era una buena persona, estará en un estado de inconsciencia hasta que transcurra el tiempo que, según su karma, debió de haber vivido.

Transcurrido ese tiempo, recuperará la consciencia en los subplanos astrales elevados, por lo que antes habrá sido una entidad inconsciente en los subplanos inferiores, ya que no había acumulado suficiente energía negativa como para que su conciencia se active en el Bajo Astral, cosa aquella que representa un verdadero tormento.

 Pero lo mismo no ocurre con una mala persona que muere en un accidente: ésta va directo al Bajo Astral, donde permanecerá consciente por un buen tiempo…

En cuanto al suicida, siempre incurre en una gran deuda kármica con su suicidio, pero la situación puede variar dependiendo de por qué se suicidó, en qué estado de consciencia se suicidó, y cuál fue su naturaleza moral y espiritual, tanto en la globalidad de su vida como en sus últimos momentos.

 El karma por el suicidio suele ser una próxima vida llena de complicaciones y usualmente en un cuerpo seriamente limitado (alguien que nazca sin piernas, por ejemplo), y cierta teoría afirma que el suicida se queda penando en el Bajo Astral hasta que haya cumplido el tiempo que debió haber vivido, pero sumido en un estado de angustia, confusión y algo de pesar.

Vampiros y Lobos

Una teoría afirma que estas entidades, cuyos nombres son meramente metafóricos, pertenecen a restos de razas inferiores, que se quedaron muy atrás en la evolución general del hombre. Son los llamados individuos de la “cuarta raíz”, anterior a la quinta raíz a la que pertenece el hombre actual.

Por su parte, otra teoría dice que los vampiros y lobos astrales son personas fallecidas que se niegan a abandonar la Tierra e intentan permanecer en ella drenando la energía vital de las personas vivas, razón por la cual los médiums se debilitan cuando sin querer los contactan en las reuniones de espiritismo.




Pero… ¿Cuál es la diferencia entre los vampiros y los lobos astrales dentro de esta teoría? La diferencia es que el lobo ha sido siempre una persona que, además de no querer abandonar la Tierra una vez muerta, en vida fue realmente mala y además llegó a adquirir cierto poder sustentado sobre su energía oscura, siendo así más peligroso que el vampiro.

El Mago Negro y sus discípulos

No existe entidad astral más poderosa que el mago negro, el cual puede estar en el Bajo Astral por dos causas: 1) se ha desdoblado, ha realizado un viaje astral, y por ende está allí transitoriamente, 2) ha muerto.

Lo realmente inquietante es el segundo caso, ya que se sabe que, tanto los magos negros como sus discípulos, gozan de gran poder en el Bajo Astral, a lo cual hay que agregar el hecho de que conocen el Bajo Astral y en consecuencia no están desorientados o temerosos; pero, y esto es lo peor, suelen permanecer allí mucho más tiempo que las demás entidades, ya que para ese fin realizaron terribles prácticas de magia negra antes de morir, se hayan parasitando a los vivos desde el Bajo Astral, o bien ambas cosas…

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