jueves, 20 de diciembre de 2018

¿ Que es el Mapa Espacial Sumerio ? (y II)

Algunos expertos sostienen que estos eran los nombres de estrellas distantes o partes de constelaciones. 

Si las actuales naves espaciales, tripuladas y no tripuladas, navegan a través de situaciones «fijas» predeterminadas por brillantes estrellas, no se puede descartar que los nefilim utilizaran una técnica de navegación similar.

Sin embargo, la idea de que estos dos nombres se aplicaran a tales estrellas distantes no parece encajar con el significado de sus nombres: DIL.GAN significa, literalmente, «la primera estación», y APIN, «donde se establece el curso correcto».

Los significados de los nombres indican estaciones en el camino, puntos por los que hay que pasar. Estamos más de acuerdo con autoridades como Thompson, Epping y Strassmaier, que identificaron a Apin con el planeta Marte.

Si es así, el significado del esbozo se aclara: la ruta entre el Planeta del Reino y los cielos de la Tierra pasaba entre Júpiter («la primera estación») y Marte («donde se establece el curso correcto»).




Esta terminología, por la cual se relacionaban los nombres descriptivos de los planetas con su papel en el viaje espacial de los nefilim, se adecua a los nombres y epítetos de las listas de los Siete Planetas Shu.

Como si se hubiera hecho para confirmar nuestras conclusiones, la inscripción que afirma que ésta era la ruta de Enlil aparece debajo de un fila de siete puntos -los Siete Planetas que hay entre Plutón y la Tierra. 

No sorprende, por tanto, que los cuatro cuerpos celestes que restan, los de la «zona de confusión», se muestren por separado, más allá de los cielos septentrionales de la Tierra y de la banda celeste.

En el resto de segmentos no deteriorados de la tablilla, se hace evidente también que nos encontramos ante un mapa del espacio y un manual de vuelo.

Siguiendo en la dirección opuesta a las manecillas del reloj, la parte legible del siguiente segmento lleva la inscripción: «tomar tomar tomar lanzar lanzar lanzar lanzar completar completar».

 En el tercer segmento, donde se ve una parte de la inusual forma elíptica, las inscripciones legibles son «kakkab SIB.ZI.AN.NA ... enviado de AN.NA ... divinidad ISH.TAR», y la intrigante sentencia:

«Deidad NI.NI supervisor del descenso».

En el cuarto segmento, que tiene lo que parecen ser indicaciones sobre cómo establecer el destino de uno en función de cierto grupo de estrellas, la línea de descenso se identifica, concretamente, con la línea de horizonte: la palabra cielo se repite once veces bajo la línea.

¿Acaso este segmento no representará una fase del vuelo cercana a la Tierra, cercana al lugar de aterrizaje?

Éste podría ser, de hecho, el sentido de la leyenda que aparece sobre la línea horizontal: «colinas colinas colinas colinas cima cima cima cima ciudad ciudad ciudad ciudad». 

La inscripción que hay en el centro dice: «kakkab MASH.TAB.BA [Géminis] cuyo encuentro está fijado; kakkab SIB.ZI.AN.NA [Júpiter] proporciona el conocimiento».

Si, como parece ser el caso, los segmentos se disponen en una secuencia de aproximación, uno casi puede compartir la excitación de los nefilim cuando se acercaban al espaciopuerto de la Tierra.



El siguiente segmento, que identifica de nuevo la línea de descenso como «cielo cielo cielo», dice también: Nuestra luz nuestra luz nuestra luz cambio cambio cambio cambio observa el sendero y el alto suelo ...tierra llana...La línea horizontal tiene, por vez primera, cifras: cohete cohete cohete ascenso 40 40 4040 40 20 22 22 planear.

La línea superior del siguiente segmento ya no dice «cielo cielo», sino «canal canal 100 100 100 100 100 100 100».

Se puede discernir un patrón en este segmento, en gran medida deteriorado.

A lo largo de una de las líneas, la inscripción dice: «Ashshur», que puede significar «El que ve» o «ver».

El séptimo segmento está demasiado deteriorado para poder examinarlo; las pocas sílabas discernibles que tiene significan «distante distante ... avistar avistar», y las instrucciones dicen «presionar abajo».

El octavo y último segmento, sin embargo, está casi completo. Las líneas direccionales, las flechas y las inscripciones marcan un sendero entre dos planetas.

 Las indicaciones de «remontar montaña montaña», muestran cuatro grupos con cruces, donde pone dos veces «combustible agua grano» y dos veces «vapor agua grano». ¿Sería en este segmento donde se hablaría de la preparación para el vuelo hacia la Tierra, o trataría del abastecimiento para el vuelo de regreso al Duodécimo Planeta?

Quizás se tratase de lo último, pues la línea con la flecha puntiaguda que apunta hacia el lugar de aterrizaje en la Tierra tiene, en su otro extremo, otra «flecha» apuntando en dirección opuesta, y con la leyenda «Regreso».

Cuando Ea se las ingenió para que el emisario de Anu «hiciera tomar a Adapa el camino del Cielo» y Anu descubrió el ardid, éste exigió saber:

¿Por qué Ea, a un despreciable humano, le había revelado el plano de Cielo-Tierra y lo distinguió prestándole un Shem para él?

En el planisferio que acabamos de descifrar vemos, realmente, este mapa de ruta, «un plano de Cielo-Tierra». Con el lenguaje de signos y con palabras, los nefilim nos esbozaron la ruta desde su planeta hasta el
nuestro.

Textos que, por lo demás, son inexplicables y que ofrecen datos de distancias celestes, adquieren sentido también si los leemos en términos del viaje espacial desde el Duodécimo Planeta.

Uno de tales textos,encontrado en las ruinas de Nippur y que se cree que tiene unos 4.000 años de antigüedad, se conserva ahora en la Colección Hilprecht de la Universidad de Jena, en Alemania. O. Neugebauer {The Exact Sciences in

Antiquity) afirmaba que la tablilla era, indudablemente, una copia «de una composición original más antigua»; en ella, se dan proporciones de distancias celestes, comenzando por la distancia que hay entre la Luna y la Tierra, para después cruzar el espacio hasta otros seis planetas.

La segunda parte del texto parece haber proporcionado las fórmulas matemáticas para resolver cualquier problema interplanetario, planteando (según algunas lecturas):

40 4 20 6 40 x 9 es 6 40
13 kasbu 10 ush mul SHU.PA
eli mul GIR sud
40 4 20 6 40 x 7 es 5 11 6 40
10 kasbu 11 ush 61/2 gar 2 u mul GIR tab
eli mul SHU.PA sud

Los expertos nunca se han puesto del todo de acuerdo a la hora de leer las unidades de medida de esta parte del texto (el Dr. J. Oelsner, custodio de la Colección Hilprecht de Jena, nos sugirió una nueva lectura). Sin embargo, está claro que las distancias medidas en la segunda parte del texto son de SHU.PA (Plutón).

Sólo los nefilim, atravesando órbitas planetarias, podrían haber elaborado estas fórmulas, pues sólo ellos necesitaban estos datos.




Tomando en consideración que tanto su propio planeta como su objetivo, la Tierra, se encontraban en movimiento constante, los nefilim tenían que apuntar su nave no adonde la Tierra estaba en el momento del lanzamiento, sino adonde estaría en el momento de la llegada.

Se puede suponer, sin riesgo de error, que los nefilim elaboraban sus trayectorias de forma muy imilar a como los científicos actuales planifican las misiones a la Luna y a otros planetas.

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