lunes, 6 de agosto de 2018

La Extraña Historia del Genial Nikola Tesla“ (I)

¡Ya antes de que desaparezcan muchas generaciones, nuestras máquinas van a ser movidas por la fuerza desde cualquier lugar del universo!

En todo universo existe energía”. Estas palabras las dijo el genial científico Nikola Tesla.

Y según Nexus Magazine: “El doctor Nikola Tesla era considerado como una de las personas más conocidas de la Tierra. Hoy día ha desaparecido de nuestros libros científicos y de los libros de texto. ¿Qué es lo que descubrió y por qué cayó en el olvido?”.

Hay veces en que los grandes hombres pasan desapercibidos y olvidados, incluso hasta denostados durante su vida, para, nada más morir, reconocerle todos sus méritos, y en alguna ocasión como esta, después de casi cien años, aún se siguen usando sus descubrimientos y se continua investigando sobre sus diseños, teorías y aparatos. Fue un hombre que se había adelantado a su tiempo, en el amplio sentido de la palabra.




Nikola Tesla nació el 9 de julio de 1856, en Smiljan, Croacia, que por aquel entonces formaba parte del imperio Austro-Húngaro. Su padre abandonó la carrera militar para convertirse en sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Su madre, aunque no recibió educación formal alguna, era brillante y tenía una memoria excepcional.

Tesla siempre decía que su madre era la fuente de sus capacidades intelectuales. No obstante, la temprana muerte accidental de su hermano lo dejó marcado para toda su vida, ya que se consideraba culpable de ese accidente. 

Y con esa culpa cargó hasta el día de su muerte. Nikola Tesla fue, sin ninguna duda, el más grande genio del siglo XIX y XX. Nuestro estilo de vida ahora, la tecnología que damos por normal, todo esto es posible por este hombre increíble. No obstante, a pesar de todas sus contribuciones a la ciencia, su nombre es poco recordado fuera del campo de la física. De hecho, Thomas Edison es a menudo erróneamente acreditado en los libros de texto con invenciones que fueron realmente desarrolladas y patentadas por Tesla.

La mayoría de los eruditos reconocen que la oscuridad en torno a Tesla es parcialmente debida a sus maneras excéntricas y a sus fantásticas afirmaciones, durante los años decadentes de su vida, de comunicarse con otros planetas y sobre sus rayos mortales. Es ahora sabido que muchos de estos fantásticos inventos de Tesla son científicamente válidos y funcionales.

Simplemente le ha tomado a la humanidad mucho tiempo ponerse al día con algunas de las asombrosas ideas de un hombre que murió en 1943. Es conocido que Tesla sufrió problemas financieros en su vida adulta. Por esto, Telsa tenía que mudarse continuamente al no poder costearse sus viviendas. 

El Hotel Waldorf Astoria en Nueva York fue la residencia de Tesla durante veinte años, y tuvo que mudarse en 1920 al no poder costearlo más. Luego se mudó al Hotel San Regis, pero de nuevo fue forzado a desocuparlo debido a la carencia de apoyo financiero.

Forzado a mudarse de hotel en hotel, a menudo dejó baúles con documentos, como garantía por sus deudas. Estos baúles, que fueron ansiosamente buscados después de la muerte de Tesla, se habían vuelto la clave para abrir el misterio de quien fue realmente Nikola Tesla y la increíble vida que llevó secretamente.

Tesla investigó las ondas de alto voltaje, de alta y baja frecuencia y sus efectos terrestres, atmosféricos y sobre los cuerpos sólidos. También fijó las bases científicas de la Teoría Dinámica de la Gravedad así como varias formas de obtener energía libre.
Hacia 1900, Tesla dirigió especialmente sus investigaciones a la electropulsión y efectuó una serie de experimentos en Colorado Springs.

Los resultados de estos experimentos fueron tan colosales que dejaron a los científicos del momento sin habla. Cuando Tesla llegó a EE.UU. llevaba bajo el brazo los planos para la construcción del primer Platillo Volador del mundo, que volaba sin necesidad de energía externa.

Tenía intención de presentarlos en la convención de Ginebra como solución para lograr la paz mundial y para la liberación de la Energía. Tenía fantásticas teorías sobre el magnetismo y la anti gravedad, así como sobre otras formas de “energía libre“. La tecnología de la autopropulsión, inventada por Tesla, fue la base de las naves espaciales tripuladas que hoy llamamos “platillos volantes“.

 Pero el gobierno de los Estados Unidos nunca dio a Tesla la oportunidad de poner en práctica todos sus hallazgos. Sin embargo, aquellas invenciones de Tesla fueron utilizadas por la Alemania Nazi en sus ” Foo Fighters” entre 1920-30 y posteriormente en ingenios mucho más avanzados (ver artículo “Los misteriosos OVNIs nazis”).

Nikola Tesla ha sido acreditado como creador de mucha de la tecnología que hoy en día tenemos. Sin el genio de Tesla, no tendríamos radio, televisión, electricidad AC, la bobina de Tesla, iluminación fluorescente, las luces de neón, dispositivos de radio control, robótica, rayos-X, radar, micro ondas y docenas de otros asombrosos inventos.

Debido a esto, no es de sorprenderse que Tesla también investigó en el mundo del vuelo y posiblemente de la antigravedad. De hecho, su última patente, en 1928, era para una máquina voladora que asemejaba tanto a un helicóptero como a un avión. Antes de morir, Tesla ideó, según informes, los planos para el motor de una nave espacial. 

El la llamó Space Drive o impulsión del campo anti-electromagnético. Nikola Tesla recientemente ha sido sujeto de controversia, debido a que se afirma que estuvo involucrado en uno de los misterios más secretos de la II Guerra Mundial, El Experimento Filadelfia. Este experimento, también conocido como Proyecto Arco Iris, fue supuestamente un intento por parte de la Marina de crear un barco que no pudiera ser detectado por minas magnéticas y/o radar.

Sin embargo, sus resultados fueron muy diferentes y mucho más peligrosos de lo que la Marina hubiera esperado. Las pruebas habrían empezado el verano de 1943, y hasta cierto punto tuvieron éxito al principio. Una prueba, el 22 de julio de 1943, volvió al USS Eldridge casi totalmente invisible, con algunos testigos reportando una “niebla verdosa“. Sin embargo, algunos miembros de la tripulación se quejaron posteriormente de náuseas.

En ese momento, el experimento fue alterado a petición de la Marina, con el objetivo de hacer al navío invisible únicamente a los radares. El equipo fue recalibrado y el experimento se llevó a cabo el 28 de octubre de 1943.

Esta vez, el Eldridge no sólo se volvió totalmente invisible a la vista, sino que de hecho desapareció del área en un relámpago azul. Al mismo tiempo, la base naval estadounidense en Norfolk, Virginia, a 600 km de distancia, un tripulante en sus costas declaró haber visto al Eldridge durante 15 minutos, al final de los cuales desapareció, para volver a aparecer en Filadelfia, en sus coordenadas originales. 

Fue, supuestamente, un caso accidental de teletransportación. Según el relato de Carl Allen, los efectos fisiológicos en la tripulación fueron profundos. Mareos muy violentos, personal que desapareció por completo, otros que simplemente se volvieron locos o padecieron esquizofrenia severa.

Y lo más terrorífico fue el hallazgo de cinco miembros de la tripulación fundidos completamente con la estructura de metal de la proa del buque, mientras otros tantos sufrieron desmaterializaciones de algunas partes de sus cuerpos. Supuestamente, los oficiales navales, horrorizados cancelaron el experimento inmediatamente. Los supervivientes nunca fueron los mismos, y permanecieron en una suerte de amnesia total.

Otro invento basado en las teorías de Nikola Tesla es el High Frequency Active Auroral Research Program o HAARP(programa de investigación de aurora activa de alta frecuencia) es un programa ionosférico financiado por la Fuerza Aérea y la Marina de los Estados Unidos, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) y la Universidad de Alaska. Su objetivo es estudiar las propiedades de la ionosfera y potenciar los avances tecnológicos que permitan mejorar su capacidad para favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia (tales como la detección de misiles).

El programa HAARP fue objeto de controversia a mediados de los años 1990, debido a la hipótesis de que las antenas de la Estación podrían usarse como armamento. En agosto de 2002, la tecnología HAARP tuvo una mención como tema crítico en la Duma (parlamento) de Rusia. La Duma elaboró un comunicado de prensa sobre el programa HAARP, escrito por los comités de defensa y asuntos internacionales, firmado por 90 representantes y presentado al entonces presidente Vladimir Putin. El comunicado de prensa indicaba lo siguiente:

“Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia… La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir“.




Este proyecto ha sido ampliamente criticado y tema de numerosas teorías de conspiración; acusado de ocultar su verdadero propósito. El periodista Sharon Weinberger llamó al HAARP; “el Moby-Dick de las conspiraciones”.

El informático David Naiditch denominó a este como “un imán de teorías”, ya que ha sido culpado por accionar catástrofes tales como inundaciones, sequías, huracanes, tormentas, y terremotos devastadores en Afganistán y las Filipinas, dirigido (según se dice) a combatir a terroristas. Naiditch también los acusó de diversos acontecimientos, incluyendo los fallos eléctricos importantes del avión de la TWA (vuelo 800) o el síndrome del Golfo, entre otros.

Hasta el momento, en ningún lugar en que se apoye las “Teorías de la Conspiración” se ha mostrado cómo sería posible que las ondas de radiofrecuencia producidas por el HAARP puedan provocar efectos tales como terremotos. En agosto de 2010, varios físicos rusos acusaron a EEUU de estar tras la intensa ola de calor rusa que originó numerosos incendios y duplicó la mortalidad. Afirmaban que el proyecto HAARP no es solo un medio de investigación, sino una potente arma que modifica el campo eléctrico y provoca cambios climáticos a nivel mundial.

No se sabe a ciencia cierta si Tesla usó alguna vez su “rayo de la muerte“, o si tuvo éxito construyendo uno. Pero algo pasó una noche en 1908 cuando Tesla dice que probó el arma. El 30 de junio de 1908, una explosión de gran magnitud había devastado Tunguska, un área remota en el desierto Siberiano.

Se habían destruido quinientos mil acres de tierra de un modo instantáneo. Con una potencia equivalente a diez a quince megatones de TNT, la casualidad quiso que Tunguska haya sido la explosión más poderosa que ha ocurrido en la historia humana, ya que incluso las detonaciones termonucleares posteriores no la han superado. La explosión pudo ser oída a una distancia de 620 millas.

Los científicos creen que fue causada por o un meteorito o un fragmento de un cometa, aunque no se encontraron ni el lugar del impacto, ni restos de mineral de dicho objeto. Nikola Tesla tenía una explicación diferente. Era obvio que su “rayo de la muerte“ había llegado más allá de su blanco inicial y Tunguska había sido destruida. Él estaba agradecido al hecho de que la explosión milagrosamente, no mató a ninguna persona.

Tesla desmanteló el rayo de muerte enseguida, ya que juzgaba que era demasiado peligroso para existir. Seis años después, con la Primera Guerra Mundial, Tesla recapacitó y escribió al Presidente Wilson, revelándole su prueba con el “rayo de la muerte“ de modo confidencial. Él se ofreció a reconstruir el arma para el Departamento de Guerra, para que fuese usado puramente como un elemento disuasivo.

Solamente la amenaza de tal fuerza destructiva, obligaría a las naciones bélicas a llegar a un acuerdo para establecer una paz duradera. La única contestación a la propuesta de Tesla fue una carta de reconocimiento de la secretaria del presidente. Se supone que el rayo de muerte nunca fue reconstruido.

Cuando Tesla murió el 7 de enero de 1943, a la edad de 86 años, representantes de la Oficina de Propiedad de Extranjeros, a petición del FBI, fueron a los hoteles de Nueva York donde se había hospedado y se apoderaron de todas sus pertenencias.

Dos camiones llenos de documentos, muebles y artefactos fueron enviados a la Compañía de Bodegas y Almacenamiento de Manhattan.

Después de la muerte de Tesla se dictó un plan del gobierno de los Estados Unidos para encontrar todos sus documentos, notas e investigaciones antes de que otras potencias extranjeros pudieran encontrarlos. Era conocido por el FBI que la inteligencia alemana ya se había apoderado de una gran cantidad de las investigaciones de Tesla varios años antes de su muerte. 

El material robado, se piensa, eventualmente resultaría en el desarrollo de losplatillos voladores de los Nazis. Los Estados Unidos iban a asegurarse que esto no sucediera de nuevo. Cualquier cosa, aun remotamente asociada con este gran hombre, fue rápidamente confiscada y guardada en las redes secretas de los Estados Unidos antes de la II Guerra Mundial.

Sin embargo, más de una docena de cajas con las pertenencias de Tesla, dejadas atrás en hoteles como el Waldorf Astoria, el Governor Clinton y el San Regis ya habían sido vendidos para pagar las excepcionales deudas de Tesla. La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontrados. Esta carga fue agregada a los casi treinta barriles y bultos que habían estado en almacenamiento desde 1930, y la colección entera fue sellada.

La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontrados. En 1976, cuatro cajas indistinguibles de papeles fueron subastadas en la venta de la propiedad de un tal Michael P. Bornes, vendedor de libros en Manhattan. Esta subasta tuvo lugar en Newark, Nueva Jersey, con las cajas y sus contenidos siendo comprados por Dale Alfrey por la suma de veinticinco dólares. Alfey no tenía idea lo que había en las cajas al comprarlas. 

Cuando más tarde las revisó, se sorprendió al encontrar lo que parecían ser documentos de laboratorio y notas personales de Nikola Tesla. Algunos de los papeles perdidos de Tesla habían resurgido. No obstante, debido a la ignorancia de su importancia casi se pierden una vez más. En 1976, el nombre de Nikola Tesla no era muy conocido.

Alfrey no tenía idea de la importancia de los papeles que ahora le pertenecían. Revisando una increíble cantidad de material, el primer pensamiento de Alfrey es que había destapado las notas de un escritor de ciencia ficción. Lo que leyó fue tan increíble que parecía imposible que algo de eso fuera cierto.

Teniendo poco interés en lo que había comprado, Alfrey escondió las cajas en su sótano, pensando que las revisaría de nuevo más tarde, cuando tuviera más tiempo. Pasaron veinte años antes de que Alfrey encontrara tiempo para abrir las extrañas cajas.

Desafortunadamente, el tiempo no fue muy amable con el preciado contenido dentro de las cajas. Ya para entonces, los papeles se habían enmohecido gravemente, y la tinta se había descolorado por los años en el húmedo sótano. Alfrey estaba determinado a no dejar desaparecer para siempre este material y comenzó el laborioso esfuerzo de tratar de transcribir la información antes que fuera demasiado tarde.

Sin embargo, Alfrey pronto se encontró capturado en la lectura de los notables papeles. Las notas de Tesla eran sorprendentes por sus revelaciones de la vida secreta del científico. Una vida que hasta ese momento nunca había sido mencionada por Tesla o documentada por sus biógrafos.

Estos diarios perdidos revelaban que en 1899, mientras estaba en Colorado Springs, Tesla interceptó comunicaciones de seres extraterrestres que secretamente estaban controlando a la humanidad. Estas criaturas estaban preparando a los humanos para una eventual conquista y dominación, usando un programa que había existido desde la creación de la humanidad, pero que ahora se estaba acelerando debido al mayor conocimiento científico en la Tierra.

Tesla escribió sobre sus años de investigaciones para interpretar las extrañas señales de radio y sus intentos de notificar al gobierno y a los militares lo que sabía. Pero sus cartas, al parecer, se quedaron sin respuesta. Tesla habló en confianza con varios de sus benefactores, incluyendo el Coronel John Jacob Astor, quien era propietario del hotel Waldorf Astoria.

Estos benefactores escuchaban a Tesla, y secretamente fundaron lo que fue el comienzo de la primera batalla de la humanidad para obtener el control de su propio destino.

Una batalla puesta en movimiento por Nikola Tesla. Mientras que esta información parece absolutamente increíble, Tesla dio pistas ocasionales de su difícil situación en varias entrevistas en periódicos y revistas.

Tesla trató sobre este tema en un artículo llamado “Talking with the Planets” (Hablando con los Planetas), publicado en el periódico semanal Colliers (Marzo 1901): “Cuando yo estaba mejorando mis máquinas para la producción de intensas señales eléctricas, también perfeccionaba los medios para observar señales débiles.

Uno de los resultados más interesantes fue el desarrollo de ciertos dispositivos para indicar, a la distancia de cientos de millas, una tormenta que se acercara, su dirección, velocidad y distancia recorrida. 




Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí aquellos misteriosas señales que habían provocado un interés inusual. Había perfeccionado el aparato referido en mi laboratorio, en las montañas de Colorado. Yo pude sentir el pulso del planeta, notando cada cambio eléctrico que ocurría dentro de un radio de mil cien millas. Jamás podré olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando me percaté que había observado algo, posiblemente de incalculables consecuencias para la humanidad.

Sentí como si estuviera presenciando el nacimiento de un nuevo conocimiento o la revelación de una gran verdad. Mis primeras observaciones me aterraron, ya que en ellas estaba presente algo misterioso, por no decir sobrenatural, y yo estaba solo en mi laboratorio por la noche. Pero, en ese tiempo, todavía no tenía la idea de que estas señales fueran controladas inteligentemente. 

Los cambios que noté estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara idea de secuencia que no eran imputables a ninguna causa conocida para mí. Yo estaba, por supuesto, familiarizado con tales perturbaciones eléctricas como las producidas por el sol, las Auroras Boreales y las corrientes terrestres. Y estaba seguro, como podría estarlo ante cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.

La naturaleza de mis experimentos impidió la posibilidad de que los cambios estuviesen siendo producidos por disturbios atmosféricos, como ha sido indicado a la ligera por algunos. Fue algún tiempo después, cuando se alumbró en mi mente la idea de que las señales que había observado podrían ser debido a un control inteligente. Aunque no podía descifrar su significado, era imposible para mi pensar en ellos como enteramente accidentales. Está creciendo constantemente en mí la sensación de que yo he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta a otro. Algún propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.”

Décadas más tarde, en su cumpleaños de 1937, anunció en el New York Times: “He dedicado mucho de mi tiempo durante el pasado año a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto por el cual la energía en grandes cantidades puede ahora ser envíada a través del espacio interestelar a cualquier distancia sin la más mínima dispersión”.

 Tesla nunca reveló públicamente ningún detalle técnico de su transmisor mejorado, pero en su anuncio de 1937 reveló una nueva fórmula: “La energía cinética y potencial de un cuerpo es el resultado del movimiento y viene determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si se reduce la masa, la energía se reduce en la misma proporción. Si se reduce a cero, la energía es igualmente cero para cualquier velocidad finita” 

¿Por qué ha sido escrito tan poco acerca de la creencia de Tesla de que había escuchado señales de radio alienígenas? 

Tesla aparentemente había pasado varios años tratando de traducir las misteriosas señales que escuchó en 1899. Su interpretación básica de estas señales era que criaturas de otro planeta, “Marcianos” como las llamaba la jerga en ese tiempo, estaban secretamente aquí en la Tierra.

 Ellos se habían infiltrado en la humanidad durante siglos y habían controlado los acontecimientos y a las personas, para conducir a la humanidad hacia un camino de desarrollo evolutivo. Y esencialmente eran responsables de los seres humanos en el planeta.

Además, Tesla descubrió que la temperatura general del planeta estaba subiendo lentamente, lo que conocemos hoy en día como calentamiento global. Tesla pensó que esto estaba siendo producido por condiciones naturales, así como por interferencia artificial y extraterrestre. Con esto en mente, ahora podemos ver algunas de las razones para el comportamiento excéntrico de Tesla en los últimos años de su vida.

Tesla se obsesionó con crear dispositivos para terminar la guerra y unir a la humanidad en contra de lo que el percibía como el enemigo común: los extraterrestres. Él a menudo habló acerca de “Rayos de la Muerte” y “Torpedos sin Alas” que podían volar a través del aire sin propulsores, posiblemente una de las menciones más tempranas de platillos voladores.

Y ahora veamos que nos dice Tesla en sus diarios: “El desarrollo del hombre es vitalmente dependiente de la invención. Es el producto más importante de su cerebro creativo. Su propósito más importante es el completo dominio de la mente sobre el mundo material y el adaptar las fuerzas de la naturaleza a las necesidades humanas. Esta es la difícil tarea del inventor que, a menudo, es mal entendida y no es recompensada….

En mi juventud yo sufrí de una peculiar afección debido a la aparición de imágenes, a menudo acompañadas por fuertes destellos de luz, que distorsionaban la visión de los objetos reales e interferían en mis pensamientos y acciones. Habían cuadros de cosas y escenas que yo realmente no había visto ni imaginado. 

Cuando me decían una palabra, la imagen del objeto que designaba se presentaba vivamente en mi visión, y a veces era incapaz de distinguir si lo que yo veía era tangible o no… La teoría que yo formulé fue que las imágenes eran el resultado de una acción refleja desde mi cerebro que actuba sobre la retina cuando estaba bajo gran excitación. Ciertamente no eran alucinaciones, como las producidas por las mentes enfermas y angustiadas….

Para dar una idea de mi desesperación, supongamos que he sido testigo de un funeral o algún otro espectáculo que afecta los nervios. Entonces, inevitablemente, en la quietud de la noche, un vívido cuadro de la escena se presentaría ante mis ojos y persistiría, a pesar de todos mis esfuerzos para quitarlo de mi más íntimo ser. También comencé a ver visiones de cosas que no guardaban ningún parecido con la realidad”.

“Era como si me estuviesen mostrando ideas de alguna mente cósmica, esperando hacer reales sus concepciones. Si mi explicación es correcta, debería ser posible proyectar en una pantalla la imagen de cualquier objeto que uno conciba y hacerlo visible.

Tal avance revolucionaría todas las relaciones humanas. Estoy convencido que esta maravilla puede y será lograda en el tiempo por venir.

Puedo agregar que he dedicado mucho tiempo a estudiar la solución del problema. He logrado reflejar tal cuadro que he visto en mi mente la mente de otra persona en otra habitación. 

Para liberarme a mí mismo de estas tormentosas apariciones, he tratado de concentrar mi mente en otra cosa que haya visto y, de esta manera, obtuve un alivio temporal. Pero para conseguirlo, tuve que conjurar continuamente nuevas imágenes…

Al realizar estas operaciones mentales por segunda o tercera vez, para poder espantar las apariciones en mi visión, el remedio gradualmente perdió toda su fuerza. Luego, instintivamente comencé a hacer excursiones más allá de los límites del pequeño mundo del que tenía conocimiento, viendo nuevas escenas. Estos eran al principio muy velados y se iban al intentar concentrar mi atención en ellos. Ganaron fuerza y finalmente asumieron la solidez de las cosas reales.

Pronto descubrí que lo conseguía mejor si yo simplemente me adentraba cada vez más en mi visión, obteniendo nuevas impresiones. Y así comencé a viajar; por supuesto en mi mente. Cada noche, (y a veces durante el día), cuando estaba solo, yo comenzaba mis viajes, veía nuevos lugares, ciudades y países; vivía allí, conocía gente y hacía amistades. Y, aunque suena increíble, es un hecho que los apreciaba tanto como a aquellos en la vida real y con no menor intensidad en sus manifestaciones”.

“Hacía esto constantemente hasta que tuve dieciséis años. Entonces mis pensamientos se volcaron hacia los inventos. Luego observé, para mi placer, que los podía visualizar con la mayor facilidad. No necesitaba modelos, dibujos o experimentos. Yo podía representarlos todos como verdaderos, en mi mente. Así, he sido guiado inconscientemente a evolucionar a lo que considero un nuevo método de materializar conceptos e ideas inventivos, lo cual es radicalmente contrario a lo puramente experimental. Pero, en mi opinión, mucho más expeditivo y eficiente.

En el momento en el cual uno construye un dispositivo para llevar a la práctica una idea, uno se encuentra a sí mismo inevitablemente limitado con los detalles del aparato. Al ir mejorándolo, la fuerza de concentración disminuye y se pierde de vista el gran principio subyacente. Pueden obtenerse resultados, pero siempre con sacrificio de la calidad. 

Mi método es diferente. Yo realmente no me apresuro hacia el trabajo real. Cuando obtengo una idea, comienzo inmediatamente a construirla en mi imaginación. Cambio la construcción, rehago mejoras y opero el dispositivo en mi mente.

Es absolutamente lo mismo si hago funcionar una turbina en mi mente o la pruebo en mi taller. Incluso puedo notar si está desajustada. No hay diferencia alguna; los resultados son los mismos. 

De esta manera soy capaz de desarrollar y perfeccionar rápidamente una idea sin utilizar nada. Cuando no veo errores por ninguna parte, pongo este producto final en forma concreta en mi cerebro. Invariablemente mi dispositivo funciona como he concebido debería hacerlo y el experimento sale exactamente como lo he planeado. En veinte años no ha habido una sola excepción. ¿Por qué tendría que ser de otra manera?”.




“Yo había observado que la aparición de imágenes era siempre precedida por visiones reales de escenas bajo condiciones muy peculiares y generalmente muy excepcionales… Pronto me volví consciente, para mi sorpresa, que cada pensamiento que yo concebía era sugerido por una impresión externa. No solo esto, sino todas mis acciones eran incitadas de una manera similar. Con el tiempo se volvió perfectamente evidente para mí que yo era simplemente una automatización dotada de energía de movimiento, respondiendo al estímulo de los órganos del sentido, y pensando y actuando en consecuencia.

El resultado práctico de esto fue la clase de “tele-automáticos” que ha sido llevado a cabo solamente de una manera imperfecta. Sus latentes posibilidades, sin embargo, serán eventualmente demostradas. Llevo años planeando autómatas auto-controlados, y creo que pueden producirse mecanismos que actuarán como si poseyeran razonamiento, en un grado limitado, y crearán una revolución industrial. 

Yo tenía aproximadamente unos doce años de edad cuando tuve éxito en desterrar las imágenes de mi visión a voluntad, pero nunca tuve ningún control sobre los destellos de luz a los que me he referido anteriormente.

Fueron quizás mis experiencias más extrañas e inexplicables. Usualmente ocurrieron cuando me encontraba en situaciones peligrosas o desesperantes, o cuando estaba muy eufórico. En algunos casos he visto todo el aire a mi alrededor lleno con llamaradas. Su intensidad, en vez de disminuir, se incrementaba con el tiempo, y al parecer llegó al máximo cuando tenía veinticinco años de edad. Mientras estuve en París, en 1883, un prominente fabricante francés me envió una invitación a una expedición de tiro, la cual acepté.

Había estado confinado mucho tiempo en la fábrica, y el aire fresco tuvo un maravilloso efecto vigorizante. A mi regreso a la ciudad por la noche, sentí una sensación de que mi cerebro había cogido fuego. Yo era una luz, como si un pequeño sol estuviera allí, y pasé toda la noche aplicándome compresas frías a mi torturada cabeza. Finalmente, los destellos disminuyeron en fuerza y frecuencia, pero tomó más de tres semanas antes que cesaran completamente. Cuando se me extendió una segunda invitación, mi respuesta fue un enfático ¡NO!”

“Estos fenómenos luminosos todavía se manifiestan de vez en cuando, como cuando una nueva idea se está abriendo camino, pero ya no son excitantes. Cuando cierro mis ojos, invariablemente observo primero un fondo de un azul muy oscuro y uniforme, parecido al cielo en una noche clara pero sin estrellas. En unos pocos segundos, este campo se vuelve animado con innumerables copos de un verde centellante, ordenados en varias capas y avanzando hacia mí.

Entonces aparece, a la derecha, un bello patrón de dos sistemas de líneas paralelas cercanas, con ángulos rectos entre los sistemas, con toda clase de colores, con el amarillo, verde y dorado predominando. Inmediatamente después, las líneas se vuelven más brillantes y todo es salpicado con puntos de luz parpadeantes. Este cuadro se mueve lentamente a través del campo de visión y, en aproximadamente diez segundos, se desvanece a la izquierda, dejando atrás una base de un más bien desagradable gris. 

Cada vez, antes de dormirme, revolotean ante mi vista imágenes de personas u objetos. Cuando los veo, sé que estoy a punto de perder la conciencia. Si se ausentaban, ello significaba una noche sin sueño. Durante este período contraje muchos extraños hábitos, algunos de los cuales puedo rastrear como causados por impresiones externas, mientras que otros son inexplicables.

Yo estaba fascinado con el brillo de cristales, pero las perlas casi me dan un ataque. Después de acabar los estudios en el Instituto Politécnico y en la Universidad, tuve una completa crisis nerviosa y, mientras duró el mal, observé muchos fenómenos, extraños e increíbles”. Hasta aquí un pequeño extracto de sus extraños diarios.

De los propios escritos de Tesla podemos observar que tenía una capacidad mental única, que pocos de sus congéneres humanos han podido alcanzar.

No es de extrañar que cuando Tesla fue enfrentado con un acontecimiento tan estremecedor como la revelación de que los humanos podrían no estar solos en el universo, él le hizo frente con la cabeza en alto.

 La manera atípica en que enfrentaba y trataba con lo desconocido ha conducido a algunos a especular que su verdadero origen puede estar más allá de este planeta. Esta sugerencia no es nueva, ya que Tesla una vez le confió a uno de sus asistentes personales que, a menudo, sentía como si fuese un extraño en este mundo. 

El padre de Tesla era un sacerdote ortodoxo; mientras que su madre no era letrada, pero era altamente inteligente. Un soñador con un toque poético que, al madurar, agregó a estas cualidades tempranas aquellas de la auto-disciplina y un afán por la precisión.

Margaret Cheney, en su libro: “Tesla: Hombre fuera del tiempo” observó que Tesla, cuando niño, comenzó a hacer inventos originales. Cuando tenía cinco años, construyó una pequeña rueda de agua, bastante diferentes de las que había visto en el campo. Era lisa, sin paletas, y sin embargo giraba uniformemente en la corriente. Años más tarde él recordaría este hecho cuando estaba diseñando su turbina única sin paletas.

Algunos de sus otros experimentos fueron menos exitosos. Una vez estaba subido en el techo de la azotea, agarrando el paraguas de la familia e hiperventilándose en la fresca brisa de la montaña, hasta que su cuerpo se sintió ligero y se convenció de que podía volar. Pero cayó inconsciente y fue llevado  a la cama por su madre. Tesla más tarde escribiría que este incidente fue el catalizador para sus inusuales visiones.

En su libro “El Regreso de la Paloma”, Margaret Strom afirma que Tesla no era un hombre terrestre. En su libro dice que gente venida del espacio relató que un niño varón nació a bordo de una nave espacial que estaba en vuelo desde Venus a la Tierra en julio de 1856. El pequeño fue llamado Nikola. 

La nave aterrizó a medianoche, entre el 9 y el 10 de julio, en una remota provincia en las montañas. en lo que es hoy Croacia.

Allí, según lo planificado, el niño fue colocado al cuidado de un buen hombre y su esposa, el Reverendo Milutin y Djouka Tesla. Supuestamente, la gente del espacio liberó esta información en 1947 a Arthur H. Matthews, en Quebec, Canadá.

 Arthur H. Matthews era un ingeniero eléctrico, que desde su niñez estuvo relacionado con Tesla. Matthews afirmó que Tesla le confió muchas ideas, incluyendo el dispositivo de Tesla para las comunicaciones interplanetarias, que fue concebido en 1901, con el objetivo de comunicarse con el planeta Marte.

Tesla ha sugerido que él podía transmitir desde la tierra y el aire grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas. “Puedo fácilmente tender un puente sobre el golfo que nos separa de Marte, y enviar un mensaje casi tan fácilmente como a Chicago”. Debido a otras investigaciones en ese tiempo, el primer modelo no fue construido por Tesla hasta 1918.

El 16 de julio de 1981 la NBC comunicó que durante varios años la Unión Soviética había sometido al noroeste de Estados Unidos a un bombardeo con ondas de baja frecuencia. Esas ondas de radio fueron colocadas bajo frecuencias bioeléctricas. En lenguaje técnico se las designa como ondas “ELF” (Extremely Low Frequence – frecuencia extremadamente baja).

Fueron descubiertas a principios de este siglo por Nikola Tesla. Tesla colaboró con Edison en 1884, pero no tardó a despegarse de Edison, pues no compartía sus convicciones sobre la forma de producir electricidad. Empezó entonces a trabajar con su competidor George Westinghouse.

 La primera central de corriente alterna, construida por Westinghouse y Tesla, fue puesta en funcionamiento en 1892 en las cataratas del Niágara. Poco tiempo después, Tesla se proyectó a un “super espacio científico”, donde según nuestro conocimiento, ningún investigador de la época pudo seguirlo. Sólo el banquero J. P. Morgan (de J. P. Morgan & Co., representante de la N. M. Rothschild & Co. en Estados Unidos, aparentemente relacionados con los Illuminati) y que había ya financiado a Westinghouse, pareció haber comprendido el alcance de los inventos de Tesla. 

Éste había empezado a servirse del campo energético que rodea la Tierra rellenando el espacio, antaño denominado éter, para obtener de él energía, evidentemente, gratuita. Al mismo tiempo, utilizó el campo energético para diferentes formas de comunicación y para la transmisión de energía. Fuentes de energía tales como el carbón, el petróleo y la fuerza hidráulica, así como las líneas de alta tensión se volvían superfluas.

Los barcos, los coches, los aviones, las fábricas, las casas podían obtener la energía directamente del campo energético del éter. A fines de 1898, con ocasión de sus experimentos en Colorado Springs, financiados por J. P. Morgan, Tesla estaba preparado para producir energía a partir del éter.

En la actualidad, esta tecnología recibe el nombre de conversión de la energía gravitacional o energía taquiónica. Morgan había comprendido muy bien el alcance de esta invención: los monopolios de electricidad, petróleo, gasolina, carbón, etc. Se hallaban amenazados. Por esta razón hizo detener los trabajos y destruir el centro de Tesla en Colorado Springs. Sin embargo Tesla no renunció.

Hasta su muerte, acaecida el 7 de enero de 1943, acumuló multitud de inventos; algunos resultaron revolucionarios, y otros de una importancia tal que aún en la actualidad es apenas mensurable. Sus inventos podrían, incluso en nuestro siglo XX, transformar en poco tiempo la Tierra en un paraíso, cosa que, como sabéis, no es lo que desean “aquellos que llevan el timón”. Además de su máquina para captar energía del éter y tornarla utilizable, en 1931 Tesla construyó un Solid State Converter (Conversor de materia sólida). 

Este propulsaba un motor eléctrico especial que, colocado en una pesada limousine, demostró tener el mismo desempeño que un motor con gasolina normal.

Hicieron la prueba con el coche a 130 Km./h durante una semana – gasto de combustible: ¡CERO! Ese aparato, del tamaño de una caja de vino, producía suficiente energía para suplir las necesidades de toda una familia.

Tesla consiguió también provocar artificialmente terremotos gracias a la inducción de vibraciones en el campo de taquiones cuya consecuencia es la de transmitir vibraciones a la materia. Un día, Tesla sometió a un terremoto de este género a todo un bloque de inmuebles en una calle de Nueva York.

Además de la patente para vehículos teledirigidos en 1898, inventó también la transmisión inalámbrica de energía. Pero en el marco de nuestro asunto lo que interesa principalmente, es el hallazgo de las ondas estacionarias (de las cuales hablaremos más adelante) y de frecuencias extremadamente bajas, denominadas también de “efecto Tesla”.

Las experiencias de Tesla constituyen el fundamento de todas las investigaciones modernas en el dominio de la comunicación ELF. Si exponemos un campo de taquiones a las ondas ELF y las dirigimos hacia un ser humano, ciertas funciones eléctricas de su cerebro se desconectan, lo que suscita graves perturbaciones en la conciencia de vigilia. Las funciones neurológicas y físicas sufren perjuicio, debido a una disminución de las funciones intelectuales, y por ese motivo hacen al ser humano más influenciable.




Y esto es lo deseado; queda de relieve con la lectura del artículo de la “Associated Press” del 20 de mayo de 1983, donde se dice que la URSS utiliza desde 1960 un dispositivo conocido por el nombre de LIDA que tiene por finalidad influenciar el comportamiento humano con ondas radio de baja frecuencia.

 En la URSS utilizaron ese aparato para tranquilizar, ya que induce un estado semejante al trance. Permite tratar problemas psíquicos y neuróticos, así como problemas de tensión, pero también puede utilizarse para provocar estados agresivos o depresivos. Personas, ciudades e incluso regiones enteras de la URSS así como de Estados Unidos vienen siendo sometidas, desde hace mucho tiempo, a rayos concretos que suscitan ciertos comportamientos, por medio de grandes aparatos del modelo LIDA.

Si creemos a la US Defense Inteligence Agency, es posible hacer aparecer en el cerebro humano sonidos e incluso palabras enteras, así como desencadenar, teledirigiéndolos, ataques de apoplejía, fallos cardíacos, ataques de epilepsia y otras enfermedades.

En 1899, Nikola Tesla, instaló en Colorado Springs un laboratorio experimental conteniendo equipo de transmisión de radio de alto voltaje. El laboratorio tenía una torre de 200 pies para transmisión y recepción de ondas de radio y el mejor equipo de recepción disponible en ese tiempo. Una noche, cuando estaba solo en el laboratorio, Tesla observó lo que llamó señales eléctricas que definitivamente parecían ser señales inteligentes.

Los cambios ocurrían periódicamente y no podían ser asignados a ninguna causa entonces conocida por él. Tesla Habló de este tema en el artículo “Hablando con los Planetas”, publicado en el periódico semanal Collier (marzo 1901): “Cuando estaba mejorando mis máquinas para la producción de acciones eléctricas intensas, también estaba perfeccionando los medios para observar acciones débiles. Uno de los resultados más interesantes, y también uno de gran importancia práctica era el desarrollo de ciertas invenciones para indicar a la distancia de muchos cientos de millas una tormenta que se acercaba, su dirección, velocidad y distancia.

Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí esos misteriosos efectos que han despertado tal inusual interés. Yo había perfeccionado el aparato referido, hasta el punto que desde mi laboratorio en las montañas de Colorado podía sentir el pulso del globo, notando cada cambio eléctrico que ocurría dentro de un radio de 1.100 millas. Nunca podré olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando supe que había observado algo de consecuencias posiblemente incalculables para la humanidad”.

“Yo sentí como si hubiera estado presente en el nacimiento de un nuevo conocimiento o la revelación de una gran verdad…

Mis primeras observaciones me aterraron positivamente, ya que en ellas estaba presente algo misterioso, por no decir sobrenatural, estando solo en mi laboratorio por la noche.

Pero, en ese momento, la idea de estas perturbaciones como señales inteligentemente controladas todavía no se me presentó. 

Los cambios que noté estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara sugestión de números y orden que no eran rastreables a ninguna causa conocida. Yo estaba familiarizado, por supuesto, con tales perturbaciones eléctricas como las producidas por el sol, como la Aurora Boreal y las corrientes terrestres, y estaba seguro, como lo podría estar de cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.

La naturaleza de mis experimentos impedía la posibilidad de que estos cambios estuviesen siendo producidos por perturbaciones atmosféricas, como ha sido afirmado por algunos. Fue algún tiempo después cuando me llegó el pensamiento de que los disturbios que había observado podrían deberse a un control inteligente.

Aunque en ese tiempo yo no podía descifrar su significado, era imposible para mi pensar en ellos como siendo enteramente accidentales. La sensación crece constantemente en mí, que he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta a otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas”.

Este incidente fue el primero de muchos en los que Tesla interceptó lo que él sentía que eran señales inteligentes del espacio. En ese tiempo, era dicho por científicos prominentes que Marte sería un lugar adecuado para la vida inteligente en nuestro sistema solar y Tesla primero pensó que estas señales podrían estarse originando en el planeta rojo.

Más tarde cambiaría su punto de vista, al traducir las misteriosas señales. Cerca del final de su vida, Tesla había desarrollado varios inventos que supuestamente podían enviar poderosas cantidades de energía a otros planetas.

En 1937, durante una conferencia de prensa en el día de su cumpleaños, Tesla anunció: “Estos años he dedicado mucho de mi tiempo a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto, mediante el que puedo enviar energía, en cantidades considerables y a través del espacio, a cualquier distancia, sin la menor dispersión”.

Tesla nunca reveló públicamente los detalles técnicos de su transmisor mejorado, pero en su anuncio en 1937, reveló una nueva fórmula: “La energía cinética y potencial de un cuerpo es el resultado del movimiento y determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si reducimos la masa, la energía será reducida a la misma proporción. Si se redujera a cero, la energía sería igualmente cero para cualquier velocidad finita”.

En los diarios de Tesla que descubrió, Dale Alfrey observó que en 1920 Tesla había ganado confianza en ser capaz de encontrarle sentido a las extrañas difusiones de radio desde el espacio. No obstante, algo después Tesla comenzó a expresar gran preocupación sobre seres de otros planetas que tenían planes desagradables para la Tierra: “Las señales son demasiado fuertes para haber viajado las grandes distancias entre Marte y la Tierra”, escribió Tesla. Y añadía:

 “Así, estoy forzado a admitir que las fuentes deben venir de algún lugar en el espacio cercano o, tal vez, de la luna.

Estoy seguro, sin embargo, que las criaturas que se comunican unas con otras cada noche no son de Marte, o posiblemente de ningún planeta en nuestro sistema solar”. Varios años después de que Tesla anunciara la recepción de señales del espacio, Marconi también afirmó haber escuchado un transmisor de radio extraterrestre. 

Sin Embargo, Marconi fue rápidamente desprestigiado por sus contemporáneos, que afirmaban que había recibido las interferencias de otra estación radial en la tierra. Hay una cierta confirmación pública sobre la validez de los diarios perdidos de Tesla y su creencia en extraterrestres, así como la importancia de comunicarse con ellos.

Como se observó anteriormente, Arthur H. Mathews afirmó que Tesla secretamente había desarrollado el Teslascopio con el propósito de comunicarse con extraterrestres. El Dr. Andrija Puharich entrevistó a Matthews para el Pyramid Guide, en 1978. Esta entrevista reveló por primera vez las conexiones de Matthews con Tesla.

Arthur Matthews nació en Inglaterra, y su padre era asistente de laboratorio para el renombrado físico Lord Kelvin, en 1890. Tesla fue a Inglaterra a encontrarse con Kelvin para convencerlo que la corriente alterna era más eficiente que la corriente continua. Kelvin, por ese tiempo, se oponía a esta idea. En 1902, la familia Matthews dejó Inglaterra, inmigrando a Canadá.

 Cuando Matthews tenía 16 años de edad, su padre hizo gestiones para que fuera aprendiz de Tesla. Él trabajó para Tesla y continuó su relación hasta la muerte de Tesla en 1943. “No es generalmente conocido, pero Tesla tenía realmente dos enormes transmisores, construidos en Canadá - dijo Matthews – Yo manejé uno de ellos. La gente sabía, más que nada, acerca de los transmisores en Colorado Springs, y el inconcluso en Long Island. 

Yo vi los dos transmisores canadienses. Toda la evidencia está allí”. Mathews afirmó que el Teslascopio era el dispositivo que inventó Tesla para comunicarse con seres de otros planetas. Hay un diagrama del Teslascopio en el libro de Matthews, “The Wall of Light”. ”En principio, toma señales de rayos cósmicos. – dijo Matthew - Eventualmente las señales se convierten en audio. Hablé en un extraño aparato y la señal salió por otro como una emisión de rayos cósmicos”.

Los diagramas del Teslascopio, mostrados por Matthews, tienen poco parecido con diagramas electrónicos. Pero nadie ha confirmado la realidad del dispositivo. Matthews afirma, sin embargo, que el construyó un modelo del Sistema de Comunicaciones Planetarias de Tesla en 1947 y lo operó con éxito.

Matthews sugirió que, debido al rango limitado de los sistemas, él solo pudo contactar naves espaciales operando cerca de la tierra.

Él había esperado algún día construir un sistema capaz de comunicación directa con los planetas. “Tesla me había dicho que seres de otros planetas ya estaban aquí. – relataba Matthews –

Él estaba muy asustado porque habían estado controlando al hombre durante miles de años y nosotros somos simplemente sujetos de prueba para un experimento a muy largo plazo”. Matthews no compartía las convicciones de Tesla de que los extraterrestres pudieran no tener las mejores intenciones in mente para la Tierra. 

Su opinión era que si los extraterrestres fueran tan avanzados como para ser capaces de viajar de un sistema solar al otro, entonces deberían de ser socialmente avanzados y amantes de la paz. Las ansias de Matthews por continuar experimentando con el Teslascopio produjeron la llamada “era moderna de los OVNIS”.

Durante los años cincuenta, contactados como George Adamski y Howard Menger, escribieron libros y dieron conferencias a creyentes ansiosos sobre los hermanos espaciales, que eran como dioses. Estos ocupantes de los OVNIS afirmaban ser de casi cada planeta en el sistema solar, siendo Venus y Marte los más frecuentes. Los hermanos espaciales predicaban una forma de “Religión Espacial de la Nueva Era”, con descripciones utópicas de sus mundos y la denuncia de la agresividad de la humanidad.

Tesla se habría sentido ciertamente reivindicado en sus afirmaciones si hubiera vivido lo suficiente para experimentar la era moderna de los OVNIS. Él menciona en sus diarios sus frustrantes intentos para interesar al gobierno o al ejército acerca de sus teorías. Al parecer, las cartas de Tesla se quedaron sin respuesta.

Permanece la interrogante de si sus idear fueron o no fueron seriamente consideradas, o si pensaron en ellas como simplemente fruto de la mente de un loco. La evidencia circunstancial apunta a cierta expectativas previas por parte de los Estados Unidos al avistarse los primeros OVNI durante la segunda guerra mundial.

Podría ser que las ideas de Tesla hubiesen tenido más impacto, aunque secretamente, de lo que Tesla alguna vez pudo imaginar. Nikola Tesla sugería que podía transmitir grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas. “Puedo fácilmente construir un puente a Marte, y enviar un mensaje tan fácilmente como si fuese Chicago”.

Robert A. Nelson, en su artículo Communicating with Mars – The Experiments of Tesla & Hodowanec (Comunicando con Marte – Los Experimentos de Tesla & Hodowanec), detalla la comunicación accidental con inteligencias extraterrestres por parte de L.G. Lawrence, el gerente del Instituto ECOLA.

 Estas comunicaciones podrían ser los mismos tipos de señales recibidas por Tesla en Colorado Springs en 1899. El 29 de octubre de 1971, mientras se hacían experimentos con el RBS [Detector Biológico Remoto] en el condado de Riverside, California, el complejo transductor de campo interceptó una serie de aparentes señales inteligentes (discretos intervalos de pulso) mientras apuntaba a la constelación de la Osa Mayor.

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